Juan Lobato dimite como secretario general del PSOE-M para frenar la "división" y con dardo a su partido

Juan Lobato ha dimitido como secretario general del PSOE-M. El líder de los socialistas madrileños ha anunciado en una carta que se va después de que reconociera que registró ante notario una conversación con Pilar Sánchez Acera, jefa de Gabinete del ministro Óscar López, sobre la supuesta filtración del correo que envió la pareja de Isabel Díaz Ayuso a la Fiscalía reconociendo su doble fraude fiscal. Según informan María Galán y Carlota Núñez en el vídeo, el ya exlíder del PSOE de Madrid se va con dardo a su partido, dice que es una víctima de "la aniquilación y el ataque al discrepante". Tan solo ha durado 28 horas el pulso que echó a Ferraz, desde donde niegan que haya habido presiones.

El socialista ha comunicado esta decisión después de que echara un pulso a Ferraz, se aferrara a la Secretaría General y criticara el "linchamiento" por parte de los dirigentes de su partido. "He tomado la decisión de no continuar", ha trasladado en una carta a la militancia enviada a los medios de comunicación.

Pone fin a las voces prácticamente unánimes dentro del PSOE-M que reclamaban su cabeza tras haber "traicionado" al partido. Mientras tanto, los socialistas madrileños esperan la llegada del ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, como apuesta de Ferraz para poner fin a un nuevo capítulo convulso de la federación madrileña.

"Lo hago para poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave que se estaba generando en el partido, que sólo iba a dañar al PSOE en Madrid y a los avances en la unidad que habíamos conseguido en estos tres años", ha explicado el exlíder socialista.

Asegura que su objetivo "siempre ha sido construir" un "proyecto ambicioso y con ilusión para Madrid y así debe seguir siendo en el futuro". En su misiva reafirma su "compromiso" con el PSOE, que "seguirá ahí" a pesar de que ahora dé "un paso al lado del liderazgo".

"Asumiré mi responsabilidad como militante para ayudar al partido a continuar trabajando para mejorar la vida de la gente. Como siempre, junto a los miles de mujeres y hombres que compartimos militancia y a los millones de ciudadanos que no nos resignamos a ser solo espectadores en esta sociedad", prosigue la carta de Juan Lobato, quien ha afirmado que no cree en la "destrucción del adversario, en la aniquilación del que discrepa y del que piensa diferente".

Críticas a la dirección nacional del PSOE

Ha afirmado que ninguno es "imprescindible" y que es "mucho más importante proteger" lo que "fomenta la buena política". "Sin duda mi forma de hacer política no es igual ni quizá en ocasiones compatible con la que una mayoría de la dirigencia actual de mi partido tiene", ha remarcado.

Al hilo, ha reafirmado su apuesta por la "política con mayúsculas", que ha identificado con "gente con distintas opiniones puedan sumar y aportar ideas". "Es la política que he aplicado en cualquier lugar o posición en la que he representado a la ciudadanía y a mi partido. La que escucha, la que argumenta, la que no insulta o aniquila al propio o al de enfrente, sino que trata de convencerle y buscar puntos en común. No contemplo otra forma de hacer política", ha planteado.

De hecho, ha descrito al PSOE como un partido en el que "no se ataca o se denosta al que no coincide con la opinión de la dirección del partido en cada ámbito territorial" y ha reivindicado a la formación como una "organización abierta que se alimenta del debate entre todos". "Un partido que debe tomar las decisiones por mayoría y esas decisiones se deben argumentar, compartir y no imponer", ha espetado.

Asimismo, ha agradecido el "inmenso apoyo" que ha recibido estos días de "miles de militantes de toda España", añadiendo que espera que no sea una "decepción" para ellos.

"Termino esta etapa política esperando haber estado a la altura de lo que mis padres, profesores y muchos referentes del partido me enseñaron. Y también a la altura de lo que yo intento transmitir a mis hijos cada día. Muchas gracias a los miles de militantes que han llevado a cabo este trabajo. Y todo mi apoyo a la próxima dirección del partido para que pueda hacer el mejor trabajo posible en Madrid y en España", remata el texto del ya exsecretario general del PSOE-M.

Desde el PSOE se limitan a decir que respetan su decisión y niegan que haya habido presiones

La dimisión de Juan Lobato ha sido bien recibida en el PSOE, aunque ante las cámaras todos han limitado al máximo su valoración. “Es una decisión personal y por lo tanto mostrar mi respeto”, decía la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría.

El único que se ha salido un poco de esa línea ha sido el secretario de organización, Santos Cerdán, y solo para desmentir que le hayan presionado, “en ningún momento, ya se lo digo yo”.

Lo cierto es que la relación de Lobato con la dirección nacional del PSOE llevaba meses en la cuerda floja por su oposición a algunas decisiones del gobierno de Sánchez, lo que sumado a los resultados en las últimas elecciones autonómicas habían dejado en el aire su reelección como líder madrileño. En su lugar, en los últimos días, ha sonado con fuerza uno de los hombres fuertes de Pedro Sánchez: Óscar López.

Este jueves se nombrará la gestora que dirigirá la federación hasta las primarias en enero y el viernes Lobato tendrá que declarar en el Supremo mientras en Sevilla arranca el congreso del PSOE. 

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