La relación entre el rey emérito Juan Carlos I y Bárbara Rey vuelve a ser noticia tras la publicación de unas imágenes y unos audios privados. La artista -que pensaba que el CNI quería acabar con ella- lo recopiló todo. La pregunta que queda en el aire es: ¿fue por autoprotección o por chantaje? Lo que nos recuerda el caso del famoso maletín.
Tras la ruptura con el monarca y la aparición de los primeros problemas, Bárbara Rey usó un intermediario para negociar con el CNI, conocido antes como el Centro Superior de Información de la Defensa. Ellos le dijeron que depositase todas las pruebas en un maletín y ahí comenzó una escena que parece sacada de una película mala de acción.
“A mí me van a matar, pero me van a matar con la cabeza muy alta y sabiendo el mundo entero a qué persona me he enfrentado y con qué persona he estado que es el rey”, así lo decía Bárbara Rey a un emisario del monarca. Después de dos décadas de complicidad, ternura y paellas, el rey emérito Juan Carlos I y la artista rompieron su relación. Y ahí comenzaron los problemas.
Bárbara Rey empieza a recopilar audios, fotografías y vídeos donde se aprecia el trato del monarca con ella. “Cariño, me río de Alfonso Armada. Siete años de cárcel, se ha ido a su pazo de Galicia y el tío jamás ha dicho una palabra. En cambio, este está largando", le dice Juan Carlos I en uno de esos audios. Él le hablaba sin tapujos de los temas de Estado y de actualidad, sin importarle nada.
Según informa ‘Ok Diario’, espías del CNI depositaron entre 1966 y 1997, cantidades millonarias de dinero para la actriz. Los pagos estaban dentro de una operación secreta que buscaba tapar las relaciones que tenía el por entonces rey Juan Carlos I. A cambio de ese dinero, el agente le exigía la entrega en un maletín de unas cintas magnetofónicas y de vídeo que la artista tenía grabados.
Después de meter todas las pruebas en el maletín, se pudo comprobar que había un dispositivo que vertía ácido para derretir el material. Al ver que salía humo de dentro, se tiró a la piscina para evitar cualquier peligro. Al parecer, todo estaba planeado para destruir cualquier documento que pudiese perjudicar la figura del monarca.
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