El rey emérito Juan Carlos I ha creado una fundación con sus hijas en Abu Dhabi para poder transferirles su herencia. Pese a que el rey Felipe VI renunció al dinero de su padre, sus hermanas no lo hicieron y no tienen asignaciones de los presupuestos generales del Estado.
Según ha informado ‘El Confidencial’, el rey emérito habría creado, con ayuda de un financiero español, una fundación para aglutinar su patrimonio y facilitar el traspaso de los fondos en caso de herencia. Es decir, para poder evitar el pago de impuestos en España con el impuesto de sucesiones, por ejemplo.
El rey emérito Juan Carlos I ha creado una fundación en Abu Dhabi, lugar en el que reside desde agosto de 2020. En este nuevo proyecto aparecen las infantas Elena y Cristina, lo que muestra su principal objetivo: dejarles la herencia a sus hijas. Aunque se podría pensar que se lo hace allí por ser el lugar donde vive, también es esencial destacar cómo funcionan allí las sociedades opacas.
En este país del Golfo, además de la casi nula fiscalidad de este tipo de fundaciones, se suman el secreto en torno a sus normas de funcionamiento y la verdadera titularidad de los bienes. Los herederos pasan a controlar el patrimonio de la sociedad una vez fallecen sus progenitores sin que tenga que hacerse pública la identidad de ninguno de ellos.
El rey Felipe VI renunció a su herencia antes de que el emérito reconociese las irregularidades ante Hacienda pagando las sanciones en abril de 2019. La decisión se produjo después de que saliera a la luz que, tanto él como la princesa Leonor, figuraban como beneficiarios de la Fundación Lucum. Esos fondos estuvieron en una cuenta en Suiza hasta que en 2012, Don Juan Carlos transfirió los 65 millones que quedaban a Corina Larssen.
Hay que recordar que el rey emérito regularizó frente al fisco cuando se supo de este dinero y la legislación obliga a que esa regularización sea “completa”, por lo que no debería controlar más fondos en el extranjero. Don Felipe también se desmarcó de Zagatka, la otra fundación vinculada a su padre y creada por Álvaro de Orleans-Borbón, primo lejano de Don Juan Carlos. Desde Zarzuela, se aclaró que el monarca desconocía “por completo” que fuera beneficiario de la misma y se desmarcaron ante notario de cualquier vínculo con la organización.
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