Después de siete años huido de la justicia, Carles Puigdemont ha vuelto a pisar España. Le esperaban los suyos a los que se ha dirigido y después ha desaparecido tras el escenario. Los Mossos han desplegado una operación jaula con controles en distintos puntos de Cataluña: desde la frontera hasta en la propia Barcelona. El dispositivo ha sido desarticulado y solo se ha producido la detención del mosso vinculado al coche en el que supuestamente ha desaparecido el líder de Junts.
Con Carles Puigdemont desaparecido, la sesión de investidura de Salvador Illa ha seguido el guion previsto y ha comenzado, puntual, a las 10 de la mañana, y sin incidentes. El candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat ha arrancado su discurso reclamado la aplicación "ágil, rápida y sin subterfugios" de la Ley de Amnistía y pidiendo el "restablecimiento íntegro de la totalidad de los derechos políticos de todos los ciudadanos de Catalunya".
Miles de personas han alzado su voz contra los altercados racistas en Reino Unido. En Londres y en decenas de ciudades miles de manifestantes han arrebatado a la extrema derecha el terreno ganado desde el apuñalamiento múltiple de Southport. Un no rotundo a los mensajes contra los inmigrantes.