El PSOE busca investir a Salvador Illa en Cataluña pactando un nuevo sistema de financiación con Esquerra Republicana, pero esta jugada no le ha gustado nada a Carles Puigdemont que vuelve a amenazar la estabilidad del gobierno de Pedro Sánchez. Según informan María Galán y Marina Pérez en el vídeo, el líder de Junts ha afirmado que es "un escándalo en todos los sentidos" que el PSOE solo contemple este nuevo sistema si Illa es presidente y amenaza con no votar los presupuestos generales si ese sistema de financiación no implica la ejecución del gasto previo.
Carles Puigdemont ha sido el primero en reaccionar a la propuesta del PSOE para dotar de una financiación singular a Cataluña. El líder de Junts ha afirmado que es "un escándalo en todos los sentidos" que el presidente del Gobierno supedite una nueva financiación para Cataluña a la investidura en la Presidencia de la Generalitat del candidato del PSC.
En una publicación en 'X' ha calificado el movimiento del líder del Ejecutivo de chantaje, textualmente, y le ha preguntado si cree que "toda la injusticia" que sufren se debe a que los socialistas no presiden el Govern.
También le ha acusado de dar argumentos a aquellos que piensan que los catalanes reclaman un trato que no se merecen: "Es decir, que sólo se nos concederá lo que reclamamos no porque sea justo, sino porque el partido que ahora mismo gobierna España necesita hacerse con el Govern en Cataluña al precio que sea".
Ha sostenido que le parece inmoral "jugar con el bienestar y el futuro de los catalanes como moneda de cambio de beneficios para el partido", y ha criticado que los socialistas solo se acuerdan de las injusticias cuando los afectados son ellos, textualmente.
De este modo, le ha instado a responder a estas preguntas "si pretende contar con los apoyos que le han permitido dirigir el Gobierno a pesar de su derrota en las urnas", en referencia a los apoyos de Junts en el Congreso para investir a Sánchez.
El movimiento de Sánchez para conseguir que Illa sea presidente ha agitado el panorama y Esquerra Republicana la ha criticado asegurando que es una maniobra del presidente del Gobierno para “intentar liar” y afirman que no es suficiente, insisten además que su apoyo para la investidura está supeditado a otras tres carpetas, entre ellas el referéndum.
Lo que pone Pedro Sánchez encima de la mesa de ERC es una financiación singular para Cataluña si apoya al candidato socialista para presidir la Generalitat. Sus ministros y su partido repiten mensaje. "No es una novedad porque ya aparecía en el compromiso de investidura", explica la portavoz del partido, Esther Peña, "se garantizará la igualdad entre los ciudadanos de este país".
Los republicanos, que tienen un debate interno lleno de turbulencias sobre a quién apoyar en una investidura, responden que no es suficiente y quieren plena soberanía fiscal.
La propuesta de Sánchez ha puesto en pie de guerra también al Partido Popular y sus barones avisan de que irán con todo si quieren romper la igualdad, "vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano, estaremos en la calle". Los populares quieren un frente común y exigen una reunión de la Conferencia de presidentes para conocer de primera mano el alcance de la propuesta.
Según explica Lidia Camón, en nuestro país conviven dos modelos de financiación. El régimen común, que es el que rige en la mayoría de las comunidades autónomas, y el concierto económico: una financiación especial que rige en el País Vasco y en Navarra.
Del régimen común, las únicas comunidades que aportan al estado más de lo que reciben, es decir, que se quedan con saldo negativo, son Madrid, Baleares y Cataluña. Por eso esta última reclama más, quiere un concierto catalán o lo que Sánchez ha llamado un "régimen singular".
Todo esto añade más presión en Cataluña a tan solo dos días de que el presidente del Parlament, Josep Rull, desvele quién será el candidato a la investidura.
Las negociaciones son intensas y se acerca el momento de que todos se retraten, aunque las miradas están puestas en ERC. Su decisión va a inclinar la balanza hacia Carles Puigdemont o hacia Salvador Illa, aunque también tienen que aclararse entre ellos. Los republicanos catalanes atraviesan una profunda crisis y 300 militantes han pedido la renovación de la cúpula actual.
Para complicar aún más la situación, el Tribunal Constitucional podría imponer al Parlament una medida cautelar contra el voto delegado de Carles Puigdemont. Según informa Isabel Sanz, la decisión se conocerá este martes.