Irene Montero y Pablo Iglesias se han reencontrado con su acosador, Miguel Frontera. Según informan Isabel Sanz y Susana Camacho en Noticias Cuatro, hoy ha empezado el juicio contra el presunto instigador del acoso a su vivienda, cuando eran miembros del Gobierno y ministros de Podemos. A su llegada ha habido momentos de tensión, insultos, gritos, empujones e incluso algún manotazo suelto durante el juicio.
A Miguel Frontera se le acusa por liderar el hostigamiento y el acoso a Irene Montero y a Pablo Iglesias durante ocho meses en la pandemia. Por aquel entonces sus hijos tenían apenas dos años. Cada día a las puertas de su casa se juntaban decenas de personas con un megáfono y les insultaban, gritaban y cantaban canciones. Todo quedó grabado en las cámaras de seguridad y después se emitía en las redes sociales.
Según Miguel Frontera, todo era una simple protesta política, pero Pablo Iglesias e Irene Montero han hablado de angustia y de miedo, por una situación que hoy se ha repetido. Pablo Iglesias comentó ante los medios: “Acosaron durante meses a dos ministros de Podemos. Ojalá no haya impunidad y no vuelva a ocurrir. Si fueran ministros del PP y PSOE no hubiera ocurrido”.
A las puertas del juzgado un hombre increpó a Pablo Iglesias: “Eres un asqueroso. Un vende obreros. Un aprovechado de los obreros. Vallecano de mierda”. Ante esta situación, Pablo Iglesias aguantó estas palabras sin contestar al hombre, pero una vez terminó el juicio se plantó frente a los que seguían acosándole a pie de calle, después de que estuviesen mese haciéndolo en su casa.
Pablo Iglesias asegura: “Trataron de que dejáramos este país, de que dejáramos la política. No es grave solamente porque acosaran durante meses y meses en su domicilio a dos ministros de Podemos, sino por lo que representa para la democracia española”. Miguel Frontera se sienta en el banquillo después de pasar ocho meses seguidos asediando su chalé de Galapagar, estando los hijos menores de los exministros dentro.
Miguel Frontera es el principal instigador de caceroladas diarias, de poner el himno español a todo volumen en la calle, además, llegó a saltarse el perímetro de seguridad de la casa y encaramado a una piedra grabó parte del jardín hasta que le pillaron. Irene Montero declara: “Se paró cuando la justicia se lo ordenó. Hasta ahora la guerra judicial, mediática y política contra Podemos siempre ha quedado en la impunidad. Nosotras lo que esperamos es que, en este caso, no quede en la impunidad”.
Ambos exministros piden para él tres años de prisión por acoso e injurias, y una orden de alejamiento de 500 metros. Pablo Iglesias exclamaba a la salida del juzgado: “Ha dicho que no, que él no ha proferido ninguna amenaza”. Fue interrumpido por gritos de “maricón” y mientras Irene Montero intentaba aclarar ciertas cosas, también fue increpada”.