El conflicto con Israel y la guerra en Gaza, y sobre todo la decisión de reconocer el estado palestino por parte del Gobierno español, se han colado de lleno este sábado en los mítines para las elecciones europeas del próximo 9 de junio.
En Sevilla, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha subrayado que "cuando acabe la guerra, y seamos conscientes de lo ocurrido en Gaza, veremos con ojos de enorme tristeza que este será uno de los episodios más oscuros de la humanidad del siglo XXI".
El líder socialista ha resaltado a continuación que "los españoles podremos levantar la cabeza con orgullo y decir que se les puso en el lado correcto de la historia, que es el de la paz y el de un orden internacional basado en reglas".
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha considerado que es "muy triste" que en solo una semana España "haya roto relaciones diplomáticas con dos países", como es el caso de Israel y Argentina, "algo que no se había visto nunca".
En un mitin desde Tomelloso, en Ciudad Real, ha aludido a lo "curioso" de que, cuando Rusia invadió Ucrania, "un país fronterizo a la Unión Europea", España "no retiró al embajador", algo que no ocurrió porque "la Unión Europea decidió" que ese tipo de decisiones se tomarían "en conjunto".
"La Unión Europea también ha decidido que lo que hagamos con Israel lo haremos conjuntamente. No puede ser que España e Irlanda decidan por todos. No queremos un Ejecutivo que insulta a todo el mundo, que confronta con todo el mundo, cuya obsesión es dividir a los españoles para permanecer unos meses más en el Gobierno", ha lamentado.
La cabeza de lista de Podemos para las elecciones europeas, Irene Montero, ha dicho este sábado que "la UE es hoy pura hipocresía" porque mientras se envían armas a Ucrania, "se dejan tirados al pueblo saharaui y al pueblo palestino" apoyando a Marruecos y "siendo cómplices del Estado genocida de Israel".
Lo que demuestra, en su opinión, que "los intereses de Europa desgraciadamente ahora mismo no tienen que ver con la paz", de ahí que el objetivo pase por "poner en pie una Europa de paz, de derechos humanos y soberana que no se someta a los intereses belicistas de EEUU".
Así, se ha preguntado si el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, "podría estar siete meses cometiendo este genocidio, sino tuviera el apoyo irrenunciable de Europa y EEUU".