En Palma sigue la investigación del derrumbe en el local Medussa beach club que costó la vida a cuatro personas la noche del jueves. Las sospechas, cada vez mas fundadas, señalan a que no todo estaba en regla, según informa Marina Sancho.
La terraza que se vino abajo no aparece en el catastro, y al parecer hubo una reforma reciente en el edificio. En el año 2017 el edificio pasó favorablemente una inspección técnica, pero se especificaba que la cubierta no era apta para acoger ocupación, es decir, que no era transitable.
Sin embargo, tras esa inspección se llevaron a cabo varias obras y reformas, la última el pasado invierno. Reformas que le dieron una nueva imagen a la terraza, y que presuntamente desoían esa advertencia.
Desde el ayuntamiento de Palma ya han verificado que el establecimiento tenía la licencia de actividad en regla, ¿Pero qué hay del uso que se le ha dado? Desde urbanismo cruzan datos para comprobar si las licencias se ajustaban realmente a la actividad desarrollada, porque según fuentes de la investigación, en el catastro no consta la existencia de dicha terraza, aunque sí el uso comercial de la planta baja y del sótano.
En cuanto a las posibles causas del derrumbe, los expertos apuntan a varios factores, como la antigüedad del edificio, el ingente trasiego diario de 40 personas y del mobiliario sobre un techado no apto para ser transitado, o lo que es lo mismo: el enorme sobrepeso que aguantó a diario la estructura hasta que cedió. Por último, influyen los materiales del edificio. Y aunque esta hipótesis combinada es la principal que manejan las autoridades, aún piden unos días más para estudiarla.
En el hospital continúan ingresadas 3 personas que evolucionan favorablemente.