Esta situación afecta a más de 100.000 letrados y procuradores de toda España que pagaron sus cuotas a las mutuas a las que estuvieron afiliados. Pensaban que cuando se jubilaran tras toda una vida cotizando se quedarían con una pensión de unos 1.000 euros al mes. La realidad es que no les llega ni a los 400 euros mensuales. La pensión mínima en España oscila entre los 794 y 837 euros mensuales, por lo que es una cifra que queda muy lejos de lo que realmente les correspondería.
Javier Romero es un abogado de oficio desde hace 35 años y asegura que no se podrá jubilar, porque si la pensión se le queda en menos de 350 euros, no es ni la pensión mínima por jubilación que establece el gobierno. Otra abogada, Alejandra, cuenta que para poder jubilarse necesita trabajar todo lo que le queda de vida, es decir, le es imposible asumir esa pensión.
Se les presenta un futuro incierto a una generación que ahora ronda aproximadamente los 60 años, y parece que seguirán en la misma situación si no se comienzan a realizar cambios en la normativa vigente. Reivindican una pensión digna y la posibilidad de pasarse de sus mutuas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), llevándose todo su dinero invertido.
Es necesario destacar las diferencias entre ambos organismos. El RETA recoge a aquellas personas que realicen de forma habitual, personal y directa una actividad lucrativa sin estar sujetos a un contrato de una empresa. La Mutualidad de la Abogacía es una entidad aseguradora que opera exclusivamente en el mundo del derecho para ofrecer, sin ánimo de lucro, diversas coberturas económicas a sus asociados.
José Luis Jiménez es un procurador que denuncia que si le dice a alguien que están cobrando menos de 400 euros pagando todo lo que han pagado durante tantos años, no les creería. Además, otro abogado, Daniel Sánchez, confirma que si querían ejercer tenían que elegir obligatoriamente darse de alta en la mutualidad con todas sus ventajas y sus desventajas, ya que no tenían otra alternativa posible.