Los jóvenes españoles sufren la complicación para poderse emancipar. Muchos de ellos se ven obligados a compartir piso con desconocidos debido a los bajos sueldos y el precio tan alto de la vivienda y de los alquileres.
Un ejemplo de las complicaciones que viven los españoles se puede ver en la situación de Javier, tiene 37 años y lleva nada más y nada menos que ocho años viviendo en Madrid. Por otro lado se encuentra, María, tiene 33 años y lleva 10 en Madrid.
Ellos no podrían acceder al plan "mi primera vivienda" ofertada por la Comunidad de Madrid ya que piden que los solicitantes deben tener menos de 35 años, tener el padrón en la Comunidad de Madrid desde hace dos años previos a la solicitud, no tener otra vivienda en propiedad, ahorros del 5% del precio de la vivienda y el 10% o 12% para la compraventa e impuestos.
La queja de María y Javier son las mismas: no pueden ahorrar una media de 50.000 euros mientras pagan los precios tan desorbitados de los alquileres en los que viven.
No obstante, el Gobierno de Pedro Sánchez prometió una línea de avales a los jóvenes menores de 35 años con unos ingresos inferiores a 37.800 euros y también para las familias con menores a cargo.
Fue acogida con expectación, pero ocho meses después, los avales siguen sin llegar. Mientras la ayuda llega, algunas autonomías sacan adelante sus propios avales.
Hay que destacar que el aval no es un préstamo, el aval es una garantía que le ofrece la comunidad al banco de que en el caso de que el cliente, durante los primeros 10 años, deje de pagar, la comunidad le va a garantizar al banco el pago de ese 10, 15 o 20% de la hipoteca.