Los españoles cada vez viven menos en pareja. Apenas un tercio de los jóvenes comparten casa con su novio o novia, una proporción que se ha reducido en más de la mitad en medio siglo. El problema de la emancipación y la subida de los precios del alquiler son dos factores clave que complican la situación de los jóvenes.
En los años 70, el 85% de las mujeres convivía con su pareja y ahora lo hace la mitad que por aquel entonces. Y aún es mayor la bajada de los hombres: un 81% frente al 32% actual que convive con su pareja. Ambos descensos se han acentuado especialmente en los últimos 15 años.
Para explicar el descenso de jóvenes que viven en pareja nos tenemos que fijar en dos factores fundamentales. El primero: la emancipación cada vez más tardía. La independencia antes de los 30 ha pasado a ser posible para apenas un 30% tanto de hombres como de mujeres. Esto supone la mitad que a finales de los 80.
El segundo factor son los nuevos modelos familiares, ya que se han disparado los hogares de madres con hijos pero sin pareja. Hay cambios sociales como el aumento de las separaciones y la bajada de la natalidad que reducen la convivencia en pareja. Pero también hay factores económicos que los provocan como el precio de la vivienda y la precariedad laboral.
Cada vez son menos los jóvenes que pueden independizarse y menos aún los que deciden hacerlo en pareja. “Soy todavía muy pequeña como para irme con mi novio. Yo esperaría un poco más”, confiesa una joven. Solo cuatro de cada 10 jóvenes, de entre 30 y 34 años, viven en pareja. “Creo que es un compromiso muy grande, eso puede interferir en la pareja también”, añade otra joven.
El precio de la vivienda influye. “Disponemos de un presupuesto muy limitado para pagar la vivienda”, reconoce una mujer. Muchos prefieren compartir gastos con amigos. “Cuantas más personas sean, más barato es”, afirma otra joven. Y, si se da el caso de emanciparse, se plantean a hacerlo antes por su cuenta. “Aprender a vivir solo o a tu aire y ya después con tu pareja”, subraya otra.
Priorizan su independencia y no se comprometen a una edad tan temprana, aunque hay excepciones. “Comparto piso con mi pareja. Una barbaridad de dinero porque no está la situación muy católica", sostiene una joven. “Yo ahora mismo vivo con mi pareja y con otra chica”, lamenta otra. Porque marcharse de casa, para mucho jóvenes, parece que va a tener que esperar.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.