La Santa Sede se encuentra en uno de sus peores momentos financieros. El Papa Francisco se ha declarado, a través de una carta, incapaz de hacer frente a las pensiones de sus trabajadores debido al déficit en el que se encuentra el Vaticano. Como informa Marina García en el video, el Sumo Pontífice exige medidas urgentes ante la crítica situación.
El Papa Francisco revelaba en una carta enviada a cardenales, superiores de la Curia y entidades vinculadas a la Santa Sede, la crisis financiera por la que pasa el Vaticano en este momento. El Papa asegura que el sistema de pensiones de la Santa Sede pasa por un momento crítico y no es capaz de sostener su cumplimiento con las próximas generaciones: "Actualmente es incapaz de garantizar a medio plazo el cumplimiento de la obligación de pensiones para las generaciones futuras", manifestaba la carta difundida por la oficina de prensa de la Santa Sede.
El déficit millonario al que se enfrenta el Vaticano y el envejecimiento de la población son dos de los grandes problemas que han desencadenado la crisis de las pensiones. En su carta, el Papa exige medidas urgentes y una reforma integral del sistema de pensiones, ya que la Iglesia se enfrenta a "problemas graves y complejos que corren el riesgo de agravarse si no se abordan con prontitud". Según la declaración del Papa Francisco, los últimos estudios realizados en la Santa Sede han revelado que existe un "grave desequilibrio".
El Pontífice ha considerado la reforma del Fondo de Pensiones imprescindible para "cumplir con la responsabilidad moral de proporcionar prestaciones dignas a quienes tienen derecho a ellas, de forma compatible con los recursos económicos disponibles" y "garantizar un modelo de seguridad social justo para la comunidad al servicio de la Santa Sede y del Estado".
Bergoglio ya puso en marcha medidas anteriormente como rebajar el sueldo a los cardenales, pero esta vez asegura que llegan tiempos difíciles en la Santa Sede y que va a ser necesario realizar varios sacrificios que requerirán de "una especial sensibilidad, generosidad y voluntad de sacrificio por parte de todos" para lograr "una cobertura de pensiones adecuada para los trabajadores actuales y futuros, en una perspectiva de justicia y equidad entre las distintas generaciones".
Como primera medida, el Pontífice ha nombrado a Kevin Farrel como delegado único del Fondo de Pensiones, cardenal que está al cargo del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida desde 2016: "Esta elección representa, en este momento, un paso esencial para hacer frente a los retos a los que se enfrenta nuestro sistema de pensiones en el futuro".
Se espera que esta no sea la única medida del Papa Francisco con el objetivo de lograr el déficit cero de la Santa Sede y "garantizar la sostenibilidad económica" para poder mantener en pie su sistema de pensiones a largo plazo.
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