La crisis del precio del aceite de oliva está más cerca de su fin. A final de año, se espera que una botella cueste cinco euros tras subir su importe hasta el 70%. Según informa Bea Benayas, la industria reitera que después de la sequía de las dos últimas temporadas, se espera un repunte de la producción por encima de la tonelada de aceite. Una buena noticia para los consumidores después de que el Gobierno aplicase el 0% del IVA a este producto temporalmente.
La clave de la reducción del precio del aceite está en las cosechas. El sector tuvo un desplome en las dos últimas cosechas y ahora se espera una producción entre 1,4 y 1,7 de toneladas de aceite de oliva. Así, se podrá cubrir mejor la demanda y se bajarán los precios a los cinco euros, aunque el campo espera que no se reduzcan más para no acabar en pérdidas.
En nuestro país, la producción media del aceite de oliva se sitúa en 1,2 millones de toneladas anuales. En las dos últimas campañas, la sequía ha provocado que los números se redujeran hasta un mínimo de 664,033. España es productor fundamental en el aceite de oliva, ya que representa el 60% de toda la Unión Europea y el 45% a nivel mundial. Pero no es el único.
Y es que también cuenta lo que ocurre en el mercado internacional, sobre todo en el resto del arco mediterráneo: Italia, Portugal y Grecia. En estas zonas, las previsiones son buenas, pero no está claro si afectará a la bajada del coste porque no ha llovido mucho. Esta reducción del precio del aceite, que asegura la industria, no convence a las asociaciones de consumidores.
FACUA-Consumidores en Acción denuncia un pacto de no agresión a la baja entre las cadenas de supermercados por el precio del aceite. La organización lo ha denunciado ante Consumo para que se comprueben estas acusaciones. “Primero, una cadena de supermercados aplica un incremento y el resto lo evita. En las tres últimas ocasiones, primero una cadena aplica una bajada y las otras la evitan para no agredirse y no competir ni forzar a ninguna”, señala Rubén Sánchez, el secretario general de FACUA.
"Entendemos que hay un pacto de no agresión, hay que investigar si esto es un acuerdo, un pacto colusorio que pudiera vulnerar la Ley de defensa de la competencia, pero aunque no la vulnerara, lo que está claro es que esas cadenas de supermercados -que continuamente repiten que tienen un alto nivel de competencia en nuestro país- están comportando en un régimen de oligopolio. Deciden y pactan no agredirse y no competir en productos que son claves para los consumidores", concluye Sánchez sobre el valor del oro líquido.
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