A pesar de que en los últimos años España ha aumentado considerablemente el gasto en políticas de bienestar, seguimos estando a la cola en ayudas a las familias y a la infancia. Según informa Rebeca Gimeno en Noticias Cuatro, aunque el gasto ha aumentado seguimos siendo los que menos dinero público dedicamos a estas políticas.
A pesar de que España dedica un 30% más de recursos que hace diez años en ayudas para las familias y políticas de apoyo a la infancia, en España seguimos siendo de los que menos dinero público destina a estas políticas en Europa. Esto se debe a que este gasto, dirigido a apoyar a hogares con niños ha crecido más en otros países europeos.
Hablamos de ayudas por nacimiento, para pagar la guardería o rebajas fiscales por hijo. Si dividimos el gasto total por el número de niños que hay en la población, es decir, menores de 18 años, nos sale que gastamos 2.300 euros por niño en ayudas públicas. La mitad de la media europea y casi cuatro veces menos de lo que gasta Alemania.
Solo Eslovaquia, Portugal, Malta, Bulgaria, Grecia y Chipre destinan menos que nosotros por niño.
Las razones por la que España es de los países que menos dinero gasta en ayudas a las familias son muchas y variadas. De hecho, surge un debate en torno a si realmente estas políticas sirven para impulsar la natalidad.
Pero otro de los motivos para apoyar a las familias es cerrar la brecha entre hombres y mujeres en el mercado laboral. Para que ellas, porque son casi siempre las madres, no tengan que elegir entre trabajar o cuidar a los bebés. En España el 60% del dinero a las familias está relacionado con el pago de guarderías.