El sector textil no consigue recuperar las cifras prepandemia. Según informan Carla Infiesta y Laura Queijeiro en Noticias Cuatro, en 2023 nos gastamos por persona 302 euros en ropa, pero esta cifra está muy por debajo de lo que nos gastábamos antes de la pandemia. Acotex ofrece una serie de datos como que en 2023 el sector textil facturó 11.021 millones de euros, un 3,4% más que en 2022.
Esta cifra queda muy lejos de los 18.078 millones de euros que facturó el sector en el año 2019 y aún más de lo que generó en 2006 (22.450 millones), justo antes de la crisis del ladrillo. El gasto por familia fue de 922 euros de media, en 2019 de 1.256 euros, en 2006 se gastó el doble (1.881 euros).
Los motivos de esta caída de las ventas son sobre todo la subida de los precios y el cambio de hábitos del consumo. Los comerciantes del sector textil dicen que la gente ya no compra tanta ropa como antes y, por lo tanto, no consiguen recuperar las cifras que tenían antes de 2020.
Ante esta caída, Eduardo Zamácola, el presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, la califica de catastrófica, ya que solo a inicios de este año ha acabado con un centenar de tiendas físicas. Es una situación que hace que, aunque el sector siga vendiendo, no consiga llegar a los números que tenían hace años.
Sin embargo, según un estudio de la asociación, los turistas sí que han aumentado su consumo en moda. Concretamente un 78%, pero esta cifra no es suficiente. Los consumidores aseguran que el aumento de los precios es la principal razón por la que ya no gastan tanto en ropa.
Un cliente declara que en las marcas más grandes si que ha subido mucho el precio a su parecer. Otro cliente cuenta que todo vale muchísimo más, igual hasta un 40% más. Y otra afirma que todo es más caro, que han aumentado los impuestos y que hay prioridades.
Lo que si aumenta es la venta online frente a la venta física. Cada vez son más los pequeños negocios que se adaptan para sobrevivir. Pequeñas tiendas de ropa que sacrifican metros de tienda y de escaparate. Lo hacen poder tener presencia en los lugares más exclusivos de las ciudades y poder competir también con las grandes cadenas.
Es el caso de una marca gallega que acaba de cambiarse de local y ha abierto una tienda más pequeña que funciona a modo de escaparate, los clientes pueden ver y tocar todos los modelos de zapatillas y hacer su pedido online a través de unas tablets. Un pedido que recibirán en sus casas en solo 24 horas o que podrán venir a recoger. Con este sistema se evitan almacenar grandes cantidades de stock y se ahorran muchos metros de tienda en sitios donde los alquileres son muy caros.