El precio de la vivienda libre subió una media del 4% en 2023, casi la mitad de lo que aumentó en 2022 cuando subió a su mayor ritmo en 15 años con un 7,4%. Los mayores incrementos medios se registraron en Navarra, Canarias, Cantabria y Andalucía. Así, se registra su décimo repunte anual según el índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra es una de las razones que ha provocado el aumento de la pobreza infantil.
El encarecimiento de los materiales, el incremento del precio del suelo y la escasez del mismo son algunas de las razones que explican este aumento. En España se produjeron menos de 90.000 viviendas nuevas entre enero y septiembre. "La producción tendría que estar en torno a las 150.000 viviendas. Necesitamos poner más en el mercado para que el precio se contenga", señala Juan Carlos Bandrés, director general de 'Lobe'.
El Instituto Nacional de Estadística indica que el precio de la vivienda subió en un 4% el año pasado. Aunque los precios se mantienen al alza, crecieron mucho menos que en 2022, donde se registró un 7,4%. Y esto está relacionado con la actividad inmobiliaria. Durante 2023, se hicieron muchas menos compraventas como consecuencia de los altos tipos de interés. Esto permitió a los compradores a tener más margen para negociar los precios.
Estas cifras aumentaron más en las viviendas nuevas, ya que se han triplicado. Pese a que se estrechó la brecha entre los incrementos de las nuevas y las de segunda mano, en verano se alcanzó una de las diferencias más grandes de los últimos años. ¿El motivo? Tras salir de la pandemia, la demanda se ha centrado en las viviendas de nueva construcción por sus características: más amplias, más luz y más zonas comunes. Pero son las más escasas, lo que explica la fuerte tensión de los precios.
La construcción inmobiliaria en España está ahora 15 puntos porcentuales por debajo de los niveles de 2015. Todo lo contrario a la Unión Europea. Se calcula que llevamos tiempo arrastrando ese déficit de viviendas de nueva construcción porque cada año se hacen muchas menos casas que familias se crean.
Los precios de los materiales, del terreno y la escasez de suelo explican esta subida. "En una vivienda convencional, de menos de 250.000 euros, es el coste de producción la que se ha convertido en la protagonista", afirma Sergio Augusto, consejero delegado de 'Coanfi'. Así, muchos deciden reinventarse en el sector de la reforma. "Nos ha ido muy bien porque hay menos competencia burocrática", indica Emanuel Damoc, jefe de obra. Y es que mientras la demanda sea superior a la oferta, los precios seguirán elevándose a menos que se pongan más viviendas en el mercado.