La euforia y el clamor del público ya se siente en el Santiago Bernabéu. El primer concierto de la cantante ha comenzado junto a sus 65.000 swifties, quienes ya inundan las redes sociales con los vídeos. Según informa Marta Lilao, la artista ha comenzado 15 minutos tarde, pero todos sus seguidores ya están disfrutando de sus canciones en un evento que ha indignado a los vecinos.
El público no para de gritar. Desde fuera, se escuchan las ovaciones que vienen acompañadas de música y aplausos. En los alrededores del Santiago Bernabéu, solo quedan aquellos que no tienen entradas y los más de 400 agentes que velan por la seguridad de todos los ciudadanos.
Las expectativas estaban muy altas. Las puertas del estadio se han abierto a las 16:00 y muchos fans están con los nervios a flor de piel, ya que la cantante vuelve a Madrid 13 años después de su primera actuación. Ya tienen la vestimenta preparada, algunos llevan los mismos estilos que usó la cantante en anteriores actuaciones. En la cola de los que tienen entradas vip, están los que entrarán primeros, entre las 15:30-16:30.
Los swifties afirman que su éxito se debe a que se identifican con ella. Todos aseguran que su diosa tiene una canción para cada momento. Desde lo que se siente cuando encuentras al amor de tu vida hasta cuando rompes con una pareja. Lo que sí queda latente es que van a disfrutar de un evento que no olvidarán en sus vidas.
David, un fan de Taylor Swift, es el hombre más buscado. Él explica: “Supongo que por ser el primero en la fila. Llevo ya como unas 35 entrevistas, ya ni las cuento, me hicieron demasiadas”. Es tanta la expectación que es necesario poner orden. Ya han trasladado hasta el estadio a los fans. Otro fan de Taylor Swift expone: “Estamos supernerviosos por verla ya”.
Los primeros en moverse son aquellos que tienen una entrada vip. A las 11:00, bajo un imponente sol, ya comenzaron a trasladar a los fans a las inmediaciones del concierto. Unos elementos fundamentales han sido el paraguas y la crema de sol, ya que el calor se hace notar. Como el acceso es escalonado, en función del tipo de entrada, hay quiénes esperan a la sombra para coger un buen sitio. Los que van a pista lo tienen claro.