Por un momento existió el consuelo de que no había víctimas mortales en el incendio de Campanar, por un momento. Hoy las autoridades han encontrado sus cadáveres. Hay diez fallecidos, entre ellos, una familia con un bebé de tan solo 15 días. Todo puede cambiar en un instante. En la búsqueda de los cadáveres se han centrado los bomberos y la Policía Científica. Un trabajo muy difícil porque hay riesgo de derrumbes parciales. Por eso, los bomberos han estado trabajando durante toda la noche, tratando de enfriar la estructura.
Además del viento, la respuesta seguramente esté en la construcción de la fachada. Esas fachadas están compuestas por una doble capa de aluminio, luego una cámara de aire que ayuda a la ventilación transversal de toda la fachada y un aislante térmico. En la época en la que se construyó se gastaba poliuretano y en la actualidad está prohibido y se utilizan otros materiales que no son combustibles como puede ser la lana de roca que resulta incombustible. Los expertos también han apuntado a que entre las dos capas de aluminio había polietileno, otro material altamente combustible.
La Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia han anunciado un paquete de medidas urgentes para que las personas afectadas por el gran incendio declarado este jueves en el barrio de Campanar "no tengan ni un minuto de incertidumbre": los vecinos tienen a su disposición 131 viviendas de un edificio de propiedad municipal de Zafranar y contarán con ayudas de 6.000 a 10.000 euros para hacer frente a sus primeras necesidades estos días.