Los materiales inflamables con los que está cubierta la fachada pueden estar detrás de la rápida propagación de las llamas en el incendio de Valencia. El fuego -que se ha cobrado la vida de nueve personas- arrasó con todas las viviendas a gran velocidad. Uno de los vecinos grabó una secuencia del humo sin saber cómo arrasaría con todo unos minutos después. Actuaciones como las de Julián, el héroe que tocó puerta por puerta a los vecinos, facilitó que muchos vecinos se salvaran.
Las fachadas están compuestas por doble capa de aluminio, una cámara de aire que ayuda a la ventilación transversal y un aislante térmico que, en la época en la que se construyó, se gastaba poliuretano: un material inflamable.
El edificio estaba construido por una capa de ladrillo, delante una capa aislante, una cámara de aire para ventilar y luego la fachada de aluminio. La investigación tiene que determinar si en el núcleo había un material combustible como el polietileno. En caso de que sí lo hubiese, sería el factor que propició un efecto chimenea y lo que provocó una rápida propagación del fuego.
El edificio, que se edificó en 2008, estaba sujeto a las normas de protección contra incendios anterior a la actual. Ahora, se utiliza otro tipo de material, más resistente al fuego, y se obliga a instalar cortafuegos en estas fachadas ventiladas. Los informes oficiales de los peritos tendrán que investigar los posibles materiales conductores del fuego, el combustible del edificio y la fuerza del viento para averiguar cómo se originó este incendio que ha conmocionado a Valencia.