Miguel Ángel Martínez salió de viaje por Europa y apareció muerto en la orilla de un fiordo en Estocolmo. Fue trasladado a Inglaterra, donde deseaba ser enterrado, y las autoridades avisaron a su hermana Blanca de que el examen post mortem dictaba que le habían extirpado el corazón.
Blanca Martínez visita ‘Horizonte’ para contar al detalle esta espeluznante historia: “Me dijeron que los golpes no eran compatibles con la supuesta muerte y que los pulmones estaban normales pero que les falta el corazón. La policía de Suecia jamás nos mandó el informe, al año y medio nos lo mandaron y también le faltaba el hígado y el páncreas”, explica.
“La forense insiste hoy en día que envío el cuerpo con todos los órganos. Estaba claro que en Londres no iban a mentir, así que había llegado sin órganos. El cadáver estaba embalsamado. En la misma situación que cuando llegó a Londres. Yo puse la denuncia en la comisaría de Bilbao, escribí a Suecia…y no se ha abierto una investigación. Todo el mundo sabe del tema. Tras la exhumación queda claro que no están esos órganos y no nos ha ayudado nadie”, asegura.
“Mis padres han muerto sin saber qué ha pasado con mi hermano. Ha sido una tortura a una familia, tanto por autoridades suecas como españolas. Llevo 17 años denunciando esto y nadie me ha dado una respuesta lógica”, asegura Blanca.