Durante el último asalto a la valla de Melilla, 23 emigrantes fallecieron el pasado viernes. En exclusiva para ‘Horizonte’, dos guardias civiles que estuvieron en el lugar de los hechos relatan lo ocurrido. Además, contamos con Andros Lozano, periodista de ‘El Mundo’ que estuvo en la morgue de Nador y sabe lo que pasó con los cuerpos de los fallecidos.
El periodista explica que un día después de ese asalto masivo a la valla de Melilla consiguió acceder a la parte trasera del hospital de Nador donde hay una morgue “muy pequeña”. Cuando llegó ya se habían llevado los cadáveres, “pero al acercarme hasta la puerta vi al menos dos cadáveres. Hasta donde yo sé la instalación estaba llena”.
La voz de alarma surge cuando se conoce que se van a realizar una fosas para meter los cuerpos de los fallecidos, “Marruecos, en ese intento de dar cerrojazo a la tragedia”. La Asociación de Derechos Humanos Marroquí denuncia que “se les fuera a enterrar sin ningún tipo de identificación y sin ni siquiera haber hablado con las familias”.
Por el momento “no se sabe” si se les ha llegado a enterrar o no. Andros Lozano visitó el cementerio el lunes, pero en el momento en el que le vieron hacer foros “me pidieron la documentación y el teléfono. Me borraron las imágenes que había hecho”.
Ambos con la voz distorsionada relatan cómo fue la tragedia y coinciden en la gran organización del asalto y la violencia del mismo. El primero de ellos, recalca que “solo la gente que ha vivido el asalto sabe lo que es”.
Según su experiencia, “nunca se ha visto un asalto semejante, en cuanto agresividad y preparación, venían con palos de grandes dimensiones, radial y sierras”. Además, no duda en señalar que no se ha hablado hasta ahora de lo bien organizados que estaban, “se distribuían incluso en distintas posiciones”.
La agresividad llegó a un punto que incluso se pegaban entre ellos para “instigar atacarnos”. Tras lo sucedido, el guardia civil asegura que “es algo para lo que no está preparado ninguna persona, por mucho que estés entrenado. Se pasa miedo, nadie está preparado para ver lo que se ve en el área fronteriza”.
El otro guardia civil asegura que no está sorprendido de lo ocurrido, ya que “se prevé que van a venir a Melilla a saltar la valla”. Su trabajo es “intentar frenarlos con una lucha cuerpo a cuerpo”. La Guardia Civil no tiene autorización de “usar otros medios no lesivos para frenarlos”.
Destaca la incapacidad de la Guardia Civil ante “grupos tan numerosos, saben que no vamos a poder”. Su mayor temor es que algún compañero pierda la vida, “damos por hecho que tarde o temprano va a pasar, cada vez está siendo más agresivo el asalto”.