Anthony Loffredo ha convertido su cuerpo en su propio proyecto de transformación corporal extremo: 'The black alien project'. 'Focus' entrevista al tatuador, que ha llegado a tatuarse hasta el blanco de sus ojos y se ha amputado su nariz, sus orejas, su labio superior y dos dedos de una mano.
Después de residir en México, Anthony se ha asentado en el barrio de San Blas en Madrid. Tatúa a mano alzada e improvisando y los clientes del estudio confían totalmente en él. Allí ha establecido una vida en la que se ha integrado a pesar de su llamativo aspecto.
Además de sus tatuajes y amputaciones, Anthony se ha cortado la lengua para que sea bífida y se la ha tatuado de verde; se ha limado los dientes y los ha teñido de azul; y ha introducido múltiples implantes de siliconas en sus brazos, su cara y su cráneo. "Es un proyecto vital que tengo. Empecé a modificar mi cuerpo. Mi familia no lo entiende prque es algo muy profundo que tengo en mí. Pero es mi cuerpo, mi dinero, mi vida", explica al programa.
En la Unión Europea no está permitida la modificación corporal y la persona que la realiza podría ser denunciada aunque exista la autorización expresa del paciente. Anthony no logra comprender cómo ciertas operaciones estéticas sí son permitidas y no su visión de la estética. "Mucha gente me va a decir que estoy loco por amputarme dos dedos. Pero para mí es lo mismo que si te haces una nariz para sentirte bien", ejemplifica. Asimismo, asegura que él cree en la limitación de la estética a pesar de que reconoce tener el listón muy alto.