Han pasado 57 años del que fue llamado el ‘Chernóbil español’. Un avión norteamericano explotó en la localidad almeriense de Palomares, que aún continúa sufriendo las consecuencias de la tragedia.
Cayeron nueve kilos de plutonio que cubrieron campos, cultivos y casas contaminando más de 150 hectáreas. Los estadounidenses únicamente limpiaron 270 gramos. El plutonio que aún permanece podría transformarse en algo peor: americio.
Ahora el Gobierno de España pide responsabilidades a Estados Unidos. No fue hasta 2011 cuando se consiguió vallar las zonas contaminadas. A día de hoy, hay valladas unas 44 hectáreas, pero la radioactividad va más allá de las mismas.
Los datos oficiales aseguran que no hay peligro fuera de esas zonas, pero ahora el Parlamento Europeo ha emitido una denuncia que alerta de la presencia de cinco puntos radioactivos fuera, precisamente, de ese vallado.
J. Ignacio Domínguez, abogado de ‘Ecologistas en acción’ ha compartido con ‘Focus’ el trabajo que han llevado a cabo: “Hemos cogido muestras y las hemos llevado a un laboratorio de Zurich a analizar. Allí hemos averiguado que cuatro superan holgadamente el máximo permitido”.
‘Focus’ ha tenido acceso exclusivo a esos resultados: uno de los puntos multiplica por 400 los niveles de radioactividad permitidos.