Andrea se define como una mujer muy apasionada, romántica y entregada en el amor. Al llegar a ‘First Dates’ le ha contado a Carlos Sobera que había tenido dos relaciones muy largas, pero que no habían terminado bien. Lleva más de un año soltera porque quería encontrarse así misma, pero ya está preparada para encontrar a su persona favorita. Le gustaría que su cita fuera un chico tranquilo, astuto, entregado y lleno de valores. Le gusta salir de compras, ir a comer y salir de fiesta de vez en cuando “como buena colombiana”.
Steven, su cita, es un tipo muy alto “mido 1,98 cm” y juega al baloncesto a nivel municipal, pero le gustaría llegar a grandes ligas y ser reconocido en las fiestas, y los torneos. A Andrea le ha parecido un chico muy apuesto, muy guapo y el sentimiento ha sido correspondido “eres muy linda”. Los dos son de Colombia y han flipado porque los dos son del mismo barrio y de la misma ciudad.
Han comenzado la cena hablando del lugar en que vivían en Madrid y han descubierto que los dos estaban muy cerquita. Ella vive en la zona de Argüelles y él, en Cuatro Caminos. Steven se dedica al mundo de la construcción y la fontanería, pero también es entrenador y quiere ponerse a estudiar. E incluso, le ha confesado que estaba aprendiendo a hacer tatuajes, momento que ha aprovechado para contarle que ella tenía una hija y que llevaba su nombre tatuado. A Steven no le ha importado porque él quiere formar una familia y siente que tendría mucho que aportarles a las dos.
El soltero ha querido saber si Andrea había intentado tener algo con un hombre europeo y ella le ha dicho que sí, pero que se había encontrado de todo “hay algunos que me han gustado y otros que no, el choque cultural”. Le suelen gustar los hombres colombianos, pero también siente que son muy mentirosos “los europeos son más sosos, pero son más leales”.
Esteve le ha contado que lleva desde los 18 años practicando música y ella le ha pedido que le cantara algo romántico. El soltero no se ha cortado un pelo y le ha cantado en mitad del restaurante para demostrarle que es muy romántico “si fuera su pareja, le cantaría hasta Las Mañanitas”. Jugando al Rasca del Amor, el soltero le ha dicho que no cambiaría nada de su forma de vestir y es que, estaba encantado “desde que te vi, todo me ha gustado”. Ella también le ha confesado que estaba muy contenta y que era todo lo que había pedido a su cita.
En el reservado, los solteros se han empezado a conocer al ritmo de la música y a ella le ha encantado bailar un merengue con un hombre de su tierra. Andrea ha sentido que los dos se veían fenomenal juntitos en el espejo y han tenido claro que querían conocerse mejor. Han salido del restaurante directos a echarse unos bailes por ahí.