La broma que gasta Carlos Sobera a una asesora fiscal soltera: "Presenté mis impuestos en tiempo y forma"

Montse, una asesora fiscal de Girona que se considera muy "jovial" y "alegre", viene al restaurante de 'First Dates' para ver si consigue encontrar al amor de su vida. Lleva cuatro años sin pareja y todas las que ha tenido no han conseguido llegar a algo más serio.

La gestora busca a una mujer que tenga una "cierta cultura" y con la que se pueda hablar de cualquier tema, como el arte, deporte o política. Carlos Sobera, en cuanto descubre que la soltera es asesora fiscal, decide gastarle una pequeña broma a Montse: "No tengo más preguntas, señoría. Solo puedo decir que presenté mis impuestos en tiempo y forma y espero que no vaya ninguna reclamación".

Elisabeth, una abogada y teniente reservista, será la cita de Montse. Se considera como una persona muy "versátil y camaleónica". Es capaz de adaptarse a cualquier entorno, ya sea laboral como personal.

Montse, en cuanto vio entrar a su cita por la puerta del restaurante de 'First Dates', ya se quedó muy impresionada con ella. "¡Qué guapa!", exclama la asesora fiscal. Además, parece que la primera conversación que mantienen es muy desenfadada y divertida.

Nada más empezar la cena, parece que Elisabeth ha cumplido en una primera impresión todo lo que busca Montse. Con la abogada puede hablar de todo y tiene mucha cultura en varios temas. "Se me nota a la legua que soy catalana", comenta la asesora fiscal entre risas con su cita.

Sin embargo, aunque pareciera que la cita pudiera fluir muy bien entre ellas, a Elisabeth "no le gusta" el acento catalán. Además, cuenta a las cámaras del programa que no lo ha hablado nunca. Algo que contrasta, y mucho, con la asesora fiscal, que piensa en catalán y luego en castellano para articular palabras.

Montse, en cuanto descubre que Elisabeth es teniente reservista, desvela a las cámaras que "nunca" le gustado ni el ejército ni nada relacionado con el mundo militar. "Yo no me siento española para nada", cuenta a 'First Dates'.

Elisabeth, por su parte, muestra al programa su gran amor hacia su país: "Qué te voy a decir yo que soy una apasionada del flamenco. Me gusta que se conozca España por el flamenco. También me gusta que se conozca España por los toros. Y, si lo quieren reducir tanto, que lo reduzcan. Cada uno cada cual".

Echando sus diferencias en términos de amor a la patria al otro lado, tanto Montse como Elisabeth comparten sus gustos y pasiones. Es entonces cuando la teniente y abogada sorprende a su cita contando que vive en un velero: "Vivía en un piso en Gràcia y tenía el barco y me iba los fines de semana. En cuanto vi que pasaba más tiempo en el barco, dejé el piso y me fui a vivir".

La decisión final de Montse y Elisabeth

Pese a que Montse la hayan emparejado con una mujer que se adapta muy bien a los gustos que ella quiere, el debate que han mantenido y sus formas de pensar tan diferentes han hecho que se hubiera creado una cierta distancia en la cita.

Por lo tanto, a la pregunta de si mantendrían una segunda cita, Elisabeth no volvería a verse con la asesora fiscal porque "no ha sentido ese feeling" que debe haber en un primer encuentro y que es fundamental para que fluya el amor.