Fernanda, una escritora y modelo barcelonesa, hace una parada por el restaurante del amor de 'First Dates' para encontrar el amor de su vida. Cuenta de forma irónica que es "pobre y delicada" y se considera una mujer "reflexiva" porque ha aprendido de todas las cosas que ha ido viviendo conforme ha pasado el tiempo.
La escritora se siente contenta y realizada. Sin embargo, parece que en el amor no ha tenido mucha suerte. "Yo lo que consigo es relaciones que no me quieren conocer a mí", explica a Carlos Sobera. Fernanda asegura también que con ella "deben tener paciencia" porque ella necesita su "tiempo, espacio y lugar". "Físicamente, no tengo un tipo adecuado. Me da igual", responde la soltera al presentador sobre el hombre que ella busca.
Roberto, un comercial y modelo de 65 años, será la cita de Fernanda. Una persona que se considera muy "rutinaria" y que busca a alguien que consiga romper las normas que tiene en su cabeza.
Nada más conocerse, Fernanda piensa que su cita es una persona "de buen ver y que se cuida". Y al soltero también le ha encantado la escritora. Parece que la llama del amor ha brotado con mucha fuerza entre ellos.
Una vez se sientan y se ponen a cenar, ambos empiezan a descubrirse un poco más. "Roberto me parece una persona bastante seria, amable y risueña. Me cae muy bien", cuenta la soltera a las cámaras del programa. El comercial, conforme avanza la cita, también se siente "encantado" con Fernanda: "Me gusta su cara, físicamente, su pelo, que va a tono con el mío, su manera de hablar y su timbre de voz que es fundamental".
"Soy muy versátil. Me gusta todo. La montaña, la playa, ir a los sitios, viajar, cine, teatro, ópera... Pero rutinas no. No hago siempre lo mismo. Me gusta cambiar. Siempre hacer lo mismo, no", explica Fernanda a su cita sobre los gustos que tiene en medio de la cena. Por su parte, Roberto se siente como en una nube con ella y aprecia hasta los detalles más específicos de la escritora. Incluso, coinciden en la paciencia que se tienen que dar para dar un paso adelante e iniciar una relación más íntima.
En cuanto terminan la cena, ambos acuden a la sala de intimidad total para calentar un poco más la situación entre ellos. Es entonces cuando Fernanda decide impresionar a su cita con un baile muy movido al ritmo de 'Sabor de amor'. Roberto, en cuanto ve a la escritora moverse, se queda alucinado con los pasos que da. "Me impactó la clase de baile que me ha dado", cuenta a las cámaras del programa.
Desde el principio, tanto Roberto como Fernanda han conseguido conectar a la perfección. Ambos tienen los mismos gustos y coinciden con la forma de pensar. En cuanto preguntaron si mantendrían una segunda cita, el comercial asegura que tendría "hasta cinco" si pudieran. La escritora también quiere volverse a ver con él más veces.