Andrés, más conocido por sus amigos y en redes sociales como 'Caqui', es el siguiente soltero en acudir al restaurante del amor de 'First Dates'. Nada más entrar al restaurante y ver a Carlos Sobera, el tatuador realiza una de las entradas al programa más enérgicas. Es una persona a la que le encantaría que su vida amorosa fuera "catastrófica y como una novela de Agatha Christie"
A Caqui le encanta el mundo de los tatuajes. "En cuanto al arte, es lo único que sale rentable, porque nadie valora nada. Pero, la gente quiere dibujitos. Pues yo quiero dinerito", cuenta muy campechano a las cámaras por qué es tatuador. También se considera "muy optimista", le encanta la diversión y la capacidad de enamorarse.
Andrés afirma no encontrar a nadie en particular. Sin embargo, si le llamaría la atención una persona que tenga "rasgos caricaturescos". "Que esté bizco, cejas de lobo así para abajo, mirada de loco... No me gusta las cosas bien hechas", cuenta a las cámaras del programa.
Brais, un coruñés de 29 años, será la cita de Caqui. Una persona muy tímida y que realmente no sabe lo que le gusta. Nada más entrar por la puerta, Andrés alucina por el físico del soltero. "¡Está bueno!", le cuenta a Matías, el barman de 'First Dates'. En cambio, para el gallego, Caqui le parece "un torbellino", aunque decide darle una gran oportunidad para conocerse durante la cena.
Mientras están en la cena, empiezan a conocerse más a fondo. Sin embargo, parece que tienen unas personalidades muy distintas. Caqui es muy enérgico y directo. En cambio, Brais es una persona mucho más relajada que disfruta de las pequeñas cosas de la vida. Incluso, tienen diferentes gustos hasta para la música.
Pero, como ambos han venido sin ningún prejuicio, tanto Brais como Andrés se sienten muy intrigados en querer conocerse el uno del otro. "Estoy súper cómodo con que diga todo lo que se le pasa por la cabeza es como me gusta la gente. Que sea natural", cuenta el soltero gallego para 'First Dates'.
Conforme va avanzando la cena, Caqui se empieza a dar cuenta de que el estilo de vida que lleva su cita no se corresponde mucho con él: "Tiene pinta de tener un metabolismo lentísimo. Se mueve como un caracol. Me encanta. Pero yo soy nervio puro. Necesito la calma, ¿verdad?", explica a las cámaras.
Sin embargo, Caqui decide animar aún más la cena y le propone a Brais a hacerse un tatuaje en medio de la cita. El soltero gallego, que al principio parece tener un poco de miedo, acepta dejarse tatuar por Andrés.
La cita que han mantenido tanto Andrés como Brais ha estado cargada de humor y espontaneidad. Sin embargo, también se ha visto que ambos tienen personalidades muy diferentes.
Pese a esta forma de vivir tan dispar, tanto Caqui como Brais aceptan tener una segunda cita. Es entonces cuando el soltero gallego cumple con su palabra y se somete a una sesión de tatuaje con Andrés en medio del programa.