Pepi, una limpiadora jubilada de 72 años, es la siguiente soltera que va al restaurante de 'First Dates' para encontrar el amor. Una persona que es muy decidida y que, por desgracia, no ha conseguido mantener una relación muy fuerte y duradera.
"La soledad la llevo bien porque me quiero mucho y me respeto mucho a mí misma. Hago lo que me da la gana. Me levanto cuando quiero y me acuesto cuando quiero", cuenta Pepi a las cámaras del programa. La soltera busca un hombre que le guste "caminar, ser feliz, que viva la vida con ilusión". A fin de cuentas, quiere una persona que se parezca a ella.
Manuel, un joyero jubilado cordobés será la cita de Pepi. Al igual que la soltera, él busca también una persona "cariñosa y amable" porque del físico no se fía mucho. "Una compañera para cogerle la mano y estar con ella", desvela a las cámaras del programa.
Nada más verse, a Pepi le suena mucho la cara de Manuel. "Me parece que te he visto antes", cuenta a su cita. Más tarde, la limpiadora jubilada asegura que sabía que "ese hombre iría al programa" y bromea contando que es una bruja.
Todo parece ir de maravilla entre la pareja de cordobeses. Sin embargo, algo se tuerce entre ellos en cuanto a Manuel no le gusta bailar. Es entonces cuando Carlos Sobera los acompaña hasta la que será su mesa para dar inicio a la cita.
Una vez se sientan en la mesa y comienzan a cenar, empiezan a conocerse más a fondo el uno del otro. Manuel reitera que, en cuanto al baile, él es "muy patoso" y no le gusta nada "hacer el ridículo". Sin embargo, a Pepi no ha parecido importarle mucho, puesto que, desde que le echó el ojo en la estación, la soltera parece haber encendido su llama particular del amor.
"Este hombre tiene mucho mérito que, sin gustarle el baile, me lleve a bailar a Córdoba. Se lo agradezco porque de verdad me gusta mucho bailar", cuenta la soltera a las cámaras de 'First Dates'.
Tanto Manuel como Pepi se sienten muy solos. Ambos no soportan estar en su casa sin nadie a quien abrazar o acariciar y parece que son ellos los que van a acabar haciéndose compañía, puesto que la cena avanza muy bien. "El hombre me ha resultado bueno, cariñoso, atento. La cara me ha relajado y eso es lo que me ha llenado", explica la soltera a las cámaras del programa.
La cita entre Pepi y Manuel va a buen puerto. Ambos tienen mucha conexión el uno para el otro y parecen tener una personalidad muy parecida. De hecho, no toleran esas conversaciones más calientes que ven como algo más privado y para los más jóvenes. "Yo lo estoy pasando muy bien contigo", le cuenta la soltera a su cita.
Sobre si quieren volver a mantener una segunda cita, tanto Pepi como Manuel estarían encantados de encadenar varias quedadas. "Una y diez mil más", cuenta el soltero entre risas. A ambos les ha encantado la cena, se lo han pasado genial y, quien sabe, a lo mejor puede florecer una maravillosa relación en pareja.