La confesión más surrealista de Bárbara al decirle a su cita que vuela en parapente: "Tuve un orgasmo volando"

Por las puertas del restaurante más romántico de la televisión ha aparecido Bárbara, una marinera de 45 años que se pasa la vida viajando a las órdenes de su capitán. 'First dates' la ha juntado con Carlos, un conductor de autobuses de Valencia de 46 años. Ambos se han saludado y han comentado sus primeras impresiones.

"No me parece guapo, pero tampoco es que tenga un prototipo de chico", ha señalado Bárbara cuando ha visto a su cita. Sin embargo, la marinera ha explicado que ella se enamora de la persona: "Yo me voy a enamorar de tu ser, no de tu cuerpo". Por otro lado, Carlos ha sentido lo mismo que Bárbara: "Me parece mona, pero no es la chica con la que yo me fijaría en la calle".

Carlos Sobera les ha invitado a pasar al comedor y así comenzar la velada. Lo primero que le ha contado Bárbara a Carlos es su profesión: "Vengo ahora de cruzar el Atlántico, un mes y pico". Este detalle no le ha gustado nada a Carlos: "No creo que yo viviera en un barco".

En mitad de la cita, Bárbara le ha confesado a Carlos un detalle que le ha resultado muy curioso: "Estoy estacionada en el bote". A Carlos le ha parecido curioso que su cita no tenga casa. "Soy una mendiga", ha comentado ella entre risas. "Alguna vez tuve una casa, pero decidí venderla", ha explicado después.

Por otro lado, Bárbara también le ha comentado a su acompañante que un día fue atleta en su país, Perú: "Fui la 'top' de mi país en ultramaratón". Carlos ha alucinado con todo lo que sabía hacer su cita: "La veo un terremoto, un torbellino..." Más tarde, Bárbara ha sacado su lado más esotérico.

La marinera ha comenzado a hablar de numerología y de teorías de vidas pasadas. Sin embargo, eso a Carlos no le ha parecido tan interesante: "Soy bastante escéptico". Durante toda la cita, Bárbara no ha dejado de pisar el pedal del acelerador, pero Carlos ha decidido poner el freno de mano.

El conductor de autobuses ha empezado a decirle a su cita lo que le gustaba y lo que le interesaba en la vida. Bárbara ha quedado impresionada cuando Carlos le ha dicho que volaba en parapente: "¡Qué guay! Yo también he hecho parapente. En Estados Unidos he tenido un orgasmo volando en parapente".

"Tuve un orgasmo volando", ha reiterado la marinera en medio de la cena. Carlos se ha extrañado mucho con la confesión de Bárbara y se ha interesado por su vida sexual: "¿Eres una chica activa?" Bárbara le ha contestado que ella no piensa en lo que dicen o piensan los demás: "Hago lo que me da la gana... Eso te hace falta a ti".

Bárbara ha invadido el espacio personal de Carlos y le ha pedido si podía cogerle un trozo de su postre: "Para ver cómo te sientes..." Carlos le ha explicado que él estaba muy bien en la cita: "No quiero parecer un aburrido, pero me gusta un poco mandar yo". No obstante, Bárbara ha querido brindar con él en último lugar para finalizar la cena.

La decisión final de Carlos y Bárbara

Después de la cena de Carlos y Bárbara, la pareja ha tenido que decidir si se iban juntos o por separado. "Creo que te he asustado", le ha comentado la marinera al conductor de autobuses. Él le ha respondido que no, pero Bárbara ha vuelto a insistir: "Yo estoy acostumbrada a que se asusten, no pasa nada".

Bárbara ha rechazado tener una segunda cita con Carlos: "Tu cumpleaños es el mismo día de mi hija, me da ese vértigo". Al igual que la marinera, Carlos no ha querido seguir conociendo a su cita: "No es fácil si tu estás viajando en un barco por ahí tener una relación normal".