Jeanine, de 70 años, profesora de autoescuela y ahora jubilada, de origen belga que lleva más de 40 años viviendo en España: “Vine sola con dos maletas, era mi sueño. Buscaba un clima favorable”. Y Toni, 76 años, ingeniero técnico jubilado, es de Gandía y busca algo más que una relación esporádica. Se conocian en nuestro restaurante de 'First Dates' y es que lo que los dos tienen claro es que quieren dar puerta a la soledad.
“Estoy buscando a una persona con la que compartir actividades, viajes,… estoy empezando a vivir momentos de soledad”, nos decía ella y ambos se conocían.
Lo que más le llamaba la atención a Jeanine de su cita es que sus facciones no “eran típicas españolas”. Lo que si tenía claro Toni es que la primera impresión que le había dado ella había sido buena: “Es una señora agradable, guapa, me ha entrado por el ojo”.
Ambos mantenían una conversación agradable en la que les quedaba claro que ven la vida de la misma manera y que tienen mucho en común. Después de este primer contacto, Toni se sentía tan cómodo con ella que le contaba la historia de su vida y que su mujer falleció hace casi un año: “Había superado 22 cánceres, los había superado todos y ahora que estaba bien le salió un tumor en la cabeza y en dos meses se ha ido. Yo todavía estoy un poco desorientado".
"La echo de menos y estoy vacío, busco a alguien que me haga compañía, no pretendo más”, confesaba él que contaba más detalles de cómo era su relación con ella: “Nos conocimos cuando ella tenia 14 años y yo 18 años, al final la confianza hace que te lleves como el perro y el gato, pero lo echo de menos. Hago algo y miro a ver si está y no está”.
“Le va a costar más de lo que se imagina, después de tantos años tiene que ser muy duro, pero hay un comienzo a todo”, reflexionaba Jeanine sobre esto, que también le contaba la historia de su vida: “Soy divorciada desde hace muchos años, en realidad fui madre soltera, en realidad me casé muy poco tiempo porque fue una relación muy difícil y seguí adelante sola”.
Ambos tienen claro que les apetece compartir y huir de la soledad y además, cada vez iban conectando más según avanzaba la conversación. Tanto era así que en la intimidad en el reservado de nuestro restaurante terminaban pasando un aradable momento bailando y llegaba el momento de tomar la decisión final.
Toni, tras preguntarle si quería tener una segunda cita con Jeanine tenía claro su respuesta: “Claro que sí”. Como también la tenía ella: “Sí, creo que es una persona interesante para conocer más y compartir cosas” Y de la mano se marchaban juntos de nuestro restaurante.