Las relaciones no siempre son sencillas, pero deberían ser sanas. No deberíamos permanecer en una relación tóxica o que no nos haga bien, pero no siempre somos conscientes de que eso está sucediendo y, cuando lo somos, no siempre sabemos encontrar la manera de abandonar esa relación. Hay ocasiones en las que necesitamos ayuda, de nuestra familia, entorno e, incluso algunas veces, ayuda profesional.
Esto puede suceder si tenemos una relación de dependencia emocional, una necesidad excesiva de aprobación, atención y afecto por parte de la pareja, lo que genera situaciones de desigualdad y desequilibrio. Hay veces en las que la persona que sufre esta dependencia antepone el bienestar de su pareja al propio, olvidando sus necesidades y dejando de lado sus deseos personales.
Esta dependencia es un problema que puede perjudicar seriamente la salud emocional de ambos miembros de la pareja, por lo que aprender a identificarla es esencial, también comprender las causas y las consecuencias que puede tener, porque no es una forma sana de relacionarse.
En una relación en la que existe dependencia emocional, una persona se apoya excesivamente en la otra para satisfacer sus necesidades, lo que crea un vínculo que no es equilibrado, porque la persona dependiente busca constantemente la aprobación y el afecto de su pareja, lo que puede llegar a abrumar al otro, por la responsabilidad que esto conlleva.
Lo ideal es tener una relación sana, en la que ambas partes se apoyen mutuamente y compartan emociones, pero que cada uno tenga su autonomía e independencia. En una relación de dependencia emocional, el dependiente coloca a la pareja en el centro de su vida, renunciando a sus propios intereses.
La dependencia emocional suele tener sus bases en la infancia, quienes la tienen suelen ser personas con un historial de carencia afectiva, abandono o rechazo. La persona busca en el otro la seguridad que le falta, temiendo que la relación pueda acabarse y que eso provoque que se quede solo o sola.
Otra de las causas que puede dar lugar a este tipo de dependencia es una baja autoestima, esa persona considera que sus opiniones valen menos y necesita la aprobación externa para sentirse validada, busca siempre el reconocimiento de los demás. Tener una idea distorsionada del amor puede ser otra de las causas, pensar que supone entrega absoluta a la pareja, fomentando el sacrificio y sufrimiento, en lugar de buscar reciprocidad sana.
Entre las características más comunes que se puede encontrar entre las personas que tienen dependencia emocional destacan la necesidad constante de aprobación, sintiendo que su valía depende de lo que piensen los demás. También es destacable el miedo a la soledad, porque la asocia con no ser importante para otros y no disfruta haciendo actividades a solas, como leer.
Suelen ser personas con dificultad para tomar decisiones, por esa necesidad de buscar la aprobación de los demás, que les dificulta tener opiniones propias. Están dispuestos a sacrificar sus deseos y necesidades por la otra persona, dejando de lado sus aficiones y abandonado a amigos y familiares. No son capaces de reconocer su propio valor, porque se ven a sí mismos a través de los ojos de los demás, por lo que suelen tener una baja autoestima. Además, es frecuente que traten de minimizar estos problemas.
Superar este tipo de situaciones lleva tiempo, son procesos largos en los que se suele necesitar el apoyo de un profesional que pueda proporcionar las pautas y herramientas adecuadas. Es esencial trabajar la autoestima, fortaleciéndola de manera saludable para aprender a valorarse a uno mismo, reconociendo nuestras cualidades y aceptando nuestros defectos.
Es clave desarrollar la autonomía e independencia, aprender a estar solo y tomar decisiones por uno mismo, también dejar atrás esas creencias sobre las relaciones que no son ciertas y nos han podido llevar a esa situación, identificar esos patrones es esencial para poder superarlos. La ayuda de un psicólogo es también clave para trabajar nuestras habilidades sociales y de comunicación asertiva, lo que será esencial para poder resolver nuestros problemas sin depender de nadie.