Carlos es un tipo alegre que no suele decir a nada que no y que no se enfada casi nunca. Le ha contado a Carlos Sobera que trabaja en su propia clínica de fisioterapeuta y que tenía un campo con 130.000 aguacates de hecho, le ha ofrecido al presentador hacerle un guacamole o alguna salsita para ‘First Dates’. Está buscando el amor de su vida y no espera nada del físico de su cita.
Jennifer, su cita, es una persona presumida a la que le encanta la moda. Le ha dicho a Carlos Sobera que sí le gustaban los aguacates y le ha parecido estupendo que su cita fuera productor de aguacates y fisioterapeuta. Los dos son de la zona de Valencia y a Jennifer le ha gustado que fuera un tipo con trabajo y aspecto formal. Él ha tenido una primera impresión buenísima y ha sentido que su cita era un 10.
Los solteros es han gustado y Carlos se ha puesto muy nervioso. Han comenzado la cena hablando de sus profesiones y Jennifer le ha dicho que era educadora infantil, pero que estaba trabajando de comercial porque no había encontrado trabajo de lo suyo. Él le ha dicho que había estudiado enfermería, auxiliar y fisioterapia, pero que falleció su padre y cambió su sueño de trabajar en un hospital por ayudar a su madre. De hecho, le ha dicho que su madre era su mejor amiga “le cuento todo”.
Carlos estaba muy nervioso y al pensar que ella le iba a echar más edad de la que tiene, le ha echado un par de años más de los que ella pensaba que tenía. Jennifer se lo ha tomado bien y ha entendido que eran los nervios, y han alucinado al saber que los dos cumplían los años en octubre. Volviendo al tema de los aguacates, el soltero le ha contado que tenía un campo de aguacates y ella le ha dicho que tenía una clienta que siempre le llevaba aguacates y que su ambientador del coche tenía forma de aguacate.
El soltero le ha contado que entre sus aficiones estaba montar a caballo, escalar, salir con sus dos perritas y que viajaba como mucho cada quince días. Jennifer le ha reprochado que no le estuviera preguntando nada y él le ha pedido perdón porque estaba muy nervioso. A Carlos le ha gustado saber que tenían aficiones en común, pero los nervios le han hecho que siguiera metiendo la pata porque no se había enterado de que no había conseguido trabajar con niños.
Jennifer no se lo estaba tomando mal y le ha gustado saber que su cita también tenía hijos, y que le parecía estupendo que quisiera llamar a su hijo Enzo. De hecho, si la cosa sale bien, parece que ya han elegido el nombre del bebé.
Carlos le ha confesado a Jennifer que tenía unos ojos y una mirada muy bonita, y que le estaba transmitiendo mucho. Respecto a la música, el soltero le ha dicho que le podía cantar todas las canciones de Antonio Orozco y a Jennifer le ha entrado la risa porque siempre le dice a su amiga que le gustaría que su pareja en la boda le cantara “Pedacitos de ti”. Carlos estaba encantado “yo te la canto y con guitarrita y todo”.
En el momento de la decisión final, Carlos estaba hecho un flan y se ha puesto más nervioso todavía al intentar justificar sus fallos y sus meteduras de pata durante la cena. De hecho, le ha dicho que para la próxima cita iba a venir a Madrid un día antes para estar más tranquilo y Jennifer le ha recordado que los dos eran de Barcelona. Ella ha echado de menos que él se interesara más por ella, pero ha entendido que se había bloqueado por los nervios y le ha dicho que sí a una segunda cita.