Seyla está todo el rato riendo “la vida es suficientemente dura como para llevarla con mala actitud”. Está estudiando Derecho en las Islas Baleares y siente que es algo vocacional. En el amor, le ha contado a Laura Boado que ha tenido una relación larga de tres años y alguna otra que prefiere no contar. Siente que la vida es un regalo, que cada día sale el sol y busca a alguien con quién ver los nuevos amaneceres y si se puede, ser madre joven.
Andrés, su cita, está muy metido en el mundo del streaming y le gustan mucho los videojuegos. Al ver a Seyla se ha quedado un poco frío porque la ha reconocido de los pasillos de la Universidad. Nunca habían hablado porque Andrés no va mucho a clase, pero ha reconocido a su cita de clase. Ella se ha quedado paralizada porque le ha parecido guapísimo “es un espectáculo”.
Muy sorprendidos con la casualidad que les había llevado a encontrarse en ‘First Dates’, Seyla le ha dicho que tenía unos ojos muy bonitos y él le ha respondido con un “tú, también”. Andrés ha querido saber qué hacía Seyla además de estudiar y ella le ha dicho que también trabajaba. El soltero no tiene tiempo de casi nada porque entre los estudios y los videojuegos no le da tiempo a nada.
Seyla le ha dicho que ella también jugaba, pero que ahora no lo hacia mucho. No sabía muy bien de qué le estaba hablando Andrés, pero ha intentado hacer que sabía porque él le estaba gustando mucho. Andrés le ha dicho que necesitaba a alguien con quién hacer planes y dejar un poco de lado el teléfono móvil porque había llegado a estar 12 horas al día enganchado “cuando más salía era para jugar al Pokémon Go”.
Al soltero le gusta viajar, pero Seyla le ha confesado que le da mucho miedo el avión “cada vez que me subo a un avión asumo mi propia muerte. Antes de venir aquí he escrito un mensaje a mi familia diciéndoles que si me pasaba algo que continuaran con la vida que es muy bonita”.
La soltera ha querido saber si su cita era cristiana porque llevaba una cruz en el cuello y él le ha dicho que llevaba también una en la oreja, pero que era porque quedaba bien. Andrés tiene dos gatos y ella un perro. Seyla no sabe si le gustan los gatos o no porque no sabe si es alérgica y él ha sacado una red flag. Para Andrés, su gatita es como su hija y tiene claro que de momento no quiere ser padre, algo que ha chocado de frente con el deseo maternal de su cita.
Andrés le ha dicho que había tenido dos parejas y que le habían sido infiel. Desde entonces necesita que las chicas le den mucha confianza antes de lanzarse a la piscina. Seyla ha querido saber si ella le estaba dando confianza y él, le ha dicho que sí, pero que era su abuela la que le tenía que dar el visto bueno “el doble check”.
Seyla le ha dicho que él físicamente era un diez y que le gustaría que se conocieran un poco mejor “¿Cuándo cenamos con tu abuela?”. A Andrés le ha parecido bien, pero le ha dicho que su abuelo no solía cenar “es más de comidas”.