Una primera cita suele ser el momento ideal para conocer un poco mejor a la otra persona mientras dejamos que descubra algunos de nuestros puntos fuertes. No siempre es una situación que sepamos manejar, de hecho para muchas personas es un encuentro que produce bastantes nervios, pensando en la mejor manera de actuar para que todo salga bien, evitando posibles errores.
Existen numerosas normas no escritas, recomendaciones y consejos que se pueden seguir para conseguir que sea todo un éxito y, sobre todo, para poder dejar la ansiedad de lado y lograr estar lo más relajado posible, desde la ropa que podemos llevar a los platos que podemos pedir o los temas de conversación que es mejor dejar para más adelante.
Por ejemplo, suelen recomendarse evitar ‘disfrazarnos’, es decir, llevar prendas de ropa que pensamos que pueden gustar a la otra persona, pero que no son las que habitualmente llevaríamos, tampoco es buena idea pedir para cenar alimentos que pueden mancharnos la ropa con facilidad, porque eso solo conseguirá ponernos más nerviosos. También hay algunos temas de conversación que se recomienda no tratar en ese primer encuentro.
Habitualmente son aquellos que pueden crear conflicto, también los que destacarían nuestros puntos débiles o aquellos que podrían hacer pensar a nuestra cita que no hemos superado relaciones pasadas. Otros que tampoco es demasiado frecuente abordar son los planes de futuro como pareja, al fin y al cabo es una primera cita. No conviene confundir esto con nuestros planes de futuro individuales, que sí podremos abordar sin problemas si el momento así lo favorece, querer tener hijos en el futuro no quiere decir que necesariamente tenga que ser con esa persona y cuanto antes.
Suele decirse que no es una buena idea proponer demasiados planes de futuro en una primera cita, puede ser motivo de alarma para la otra persona ver que tenemos planificada toda una vida a su lado, y viceversa. Después de un primer encuentro todavía queda mucho por conocer, formas de ser y de actuar que descubrir poco a poco hasta saber si esa persona con la que se espera tener química es la indicada para ello.
Como señalábamos antes, esto no es lo mismo que compartir tus propios planes de futuro y tus expectativas de vida, algo que conviene hacer en los primeros encuentros. No es necesario que todos estos temas salgan a la luz en la primera cita, pero para muchas personas que quieren tener una relación estable, es importante conocerlos cuanto antes, porque involucrarse emocionalmente con alguien que no comparte su manera de ver su futuro, puede ser un problema mayor que pasar un rato complicado pensando en cómo sacar el tema.
Un estudio realizado por Bumble Latam junto a la empresa de salud reproductiva Modern Fertility reveló que un 35% de los encuestados se sienten cómodos teniendo una discusión abierta e intencional sobre la fertilidad y los planes familiares durante las primeras citas. Esto deja un gran porcentaje de personas que no parecen demasiado dadas a ello, pero señala que no es mala idea ir preparado para tratar temas que, en un primer momento, podrían parecen un poco complicados de abordar.
Dejar pasar demasiado tiempo para conversar sobre ello no parece una buena idea, por eso es un tema que debería tratarse en los primeros encuentros (aunque no necesariamente en la primera cita). Tener planes de futuro muy distintos y saberlo cuanto antes puede evitar tener problemas a largo plazo, al descubrir que se está enamorado, pero se siguen caminos diferentes, lo que podría causar conflictos mucho mayores conforme la relación avance.
Este es un tema que hay que abordar con sinceridad, pero también con empatía y con respeto, sin presionar a la otra persona para que cambie de opinión si no se comparten planes y también sin esperar que en el futuro pueda cambiar de idea. Tampoco es buena señal mentir para evitar que la otra persona se marche de nuestra vida y hacerle creer que pensamos de la misma manera cuando no es así.
Encontrar el mejor momento para hablar de ello es un arte, puede suceder que el tema salga solo y de manera natural en la conversación y en ese caso lo mejor es aprovechar el momento y no dejar que pase. En otras ocasiones será necesario sacar el tema, lo que puede hacerse de una forma más general, para comprobar si se tienen planes de futuro compatibles.
En cualquier caso, es importante ser claros con lo que esperamos y deseamos en nuestra vida, tanto en el caso de querer tener hijos y formar una familia, como si no es así, sin crear falsas expectativas en la otra persona. Compartir un proyecto de vida es esencial para saber si se es compatible a largo plazo, conocer la forma de ver el mundo de la otra persona puede evitar problemas en el futuro en caso de que la relación prospere.