De pequeño, Camilo tenía déficit de atención, en la pubertad se le convirtió en un Asperger y un pequeñito síndrome autista, pero “está súper controlado porque he tenido pediatra y he estado muy controlado”. Al llegar a ‘First Dates’ se ha pedido un vasito de agua y le ha contado a Carlos Sobera que el deporte le ayuda a desconectar y mantener una vida equilibrada “hace un año era gordito, pero he descubierto que el gimnasio es algo que me encanta”.
Le ha contado al presentador le gustaba todo lo que tuviera que ver con la cultura pop y que era muy friki, hace disfraces… Le gustaría encontrar a una chica que le entendiera y que compartiera sus aficiones.
Alba, su cita, se ha definido como una chica friki porque le gusta mucho la cultura asiática, aunque su aspecto no lo aparenta. Su padre y su hermano han sido los que le han inscrito al programa porque no les parecía normal que a sus 22 años no hubiera tenido una pareja estable. A Camilo le ha encantado su pelo y le ha dicho un truco para que dejara de estar nerviosa, que ha conseguido hacerla reír.
Ya sentados en la mesa, Camilo ha querido saber cosas de Alba y le ha preguntado qué era lo que más rabia o alegría le daba. Ella se ha quedado cortada “es un poco difícil”. También le ha preguntado por sus aficiones y poco a poco, ella se ha ido soltando. Le ha dicho que le gustaba la fotografía, la lectura y que, sobre todo, leía comics asiáticos… Camilo le ha dicho que él hacía cosplay y que los personajes de Thor y Linterna Verde eran sus preferidos. Alba nunca lo ha hecho porque piensa que es mucho trabajo, pero él se ha ofrecido a disfrazarla de pies a cabeza.
Alba estaba encantada porque Camilo llevaba la conversación, pero él estaba sudando para mantenerla. Ha sentido que todo el peso de la cita recaía sobre él y en algún momento ha llegado a soltarle un “¿Alba? ¿Alba? ¿Estás aquí? Si desconectas enciende el contestador”.
Hablando de deporte, Alba le ha dicho que se había apuntado a un gimnasio, pero que lo único que hacía era cardio. De pequeña asegura estar obesa y que había sufrido mucho bullying por ser gordita y extranjera. Camilo le ha contado que en el colegio también se habían metido mucho con él. Fue su madre la que consiguió aprender a leer a muy tardía edad “me enseñó en un verano”.
El soltero le ha contado que sufría un Asperger y que aprendió a trabajar muchísimo porque siempre le han dicho que le iba a costar todo mucho más que a los demás. De hecho, le ha contado que hasta los 20 no ha comenzado a tener amigos de verdad. Alba lo ha entendido porque ella también ha regresado un poco a su infancia y también le ha costado el tema de las amistades.
Alba le ha contado que nunca había tenido pareja y le ha confesado que era muy difícil que sintiera atracción sexual hacia una persona, que le tenía que atraer mucho mentalmente. A Camilo le ha sorprendido porque él es muy lanzado para el tema sexual y ha llegado a exclamar un “Ostras”, cuando ella le ha contado que una vez intentó enrollarse con un chico para probar y que le dio asco.
En el momento de la decisión final, Camilo le ha reprochado que no hubiera sacado ella algún tema de conversación y ella le ha dicho que se había sentido muy cómoda con él, pero que tenía razón y entre ellos no había surgido la chispa de una relación, que eran muy compatibles para ser amigos.