Ruth es una persona muy sensible, pero no está hecha de porcelana y le gusta vivir la vida, y sentirla como buena psicóloga. Al llegar a ‘First Dates’, le ha entregado a Laura Boado un poema que había escrito para su cita. Unas letras que hablaban sobre ella y sus sentimientos. Ha dejado el poema en la barra y se ha ido a la mesa a esperar a su cita, quién espera que sea un hombre dinámico, sincero, que le guste conocer mundo, que le guste vivir en lugar de quedarse sentado en el sofá.
José, su cita, se considera una persona alegre, soñadora y con mucha ilusión por seguir viviendo la vida. Es integrador social en Barcelona y está trabajando con personas con dificultades para adaptarse en la sociedad en la que vivimos, y tiene un proyecto basado en las artes marciales. Al leer el poema de su cita, ha exclamado un ¡Wow! y le ha parecido un mensaje muy bonito.
Al verle, Ruth ha sentido un “puf, no sé si es para mí” y él ha visto a una chica maja “es guapetona”. El soltero venía impactado por su poema y ha querido saber si se dedicaba al mundo de la poesía, pero ella le ha dicho que no “escribo lo que siento, cuando lo siento”.
Los solteros han comenzado a conocerse poquito a poquito y Ruth le ha contado que estaba estudiando psicología en Santiago aunque ella era catalana. Él estuvo estudiando integración social, pero lo dejó porque no le motivaba y ya tenia educación social. A Ruth le ha parecido que su cita tenía un trabajo muy interesante y le ha fascinado su proyecto de integrar el taichi en la influencia de las palabras en las personas.
Los dos viven en zonas rurales y han coincidido en su pasión por la naturaleza, han hablado de deportes acuáticos y de su sueño de vivir en autocaravana. Ruth ha querido saber qué le había parecido su poema y le ha confesado que la gente le solía decir que parecía un iceberg “me dicen que parezco borde o estirada”, pero en realidad es una persona muy detallista.
A José no le ha parecido que fuera una persona fría y ha querido saber qué le había parecido él. Ruth le ha dicho que era una persona que tenía que conocer porque a primera vista le había visto “delgadito y simple”, pero que al conocerle había visto a una persona muy interesante, que merecía la pena conocer.
En el momento de la decisión final, ambos han dicho que sí a una segunda cita porque se le había hecho muy corta la cita y sentía que eran personas muy interesantes que conocer.