Fernando es un tipo sexualmente bastante activo y creativo “por lo que me han dicho”. Lleva unos tres años solo “mi vida cambió con el covid”. Según le ha contado a Carlos Sobera que vivía en Sevilla, montó un restaurante y que a los tres meses llegó el covid y toda su vida se esfumó. Ahora se siente mucho más joven que la gente de su edad y que está en un momento fantástico de su vida.
Ha sorprendido al presentador con una reflexión en la que aseguraba que Vizcaya le ha decepcionado porque la gente está muy envejecida, y le ha dejado claro que busca a una mujer inteligente “lo más triste que hay es estar con alguien tonto”. Le gustaría que su cita en ‘First Dates’ sea su antítesis “guapa, más lista que yo, simpática, menos gruñona…”.
Lula, su cita, es bilbaína y está enamorada de la gente del norte. Al verla, Fernando ha sentido que era una mujer muy agradable para la edad que tenían ambos y el sentimiento ha sido correspondido “no es un Brad Pitt, pero me ha desagradado”. Rápidamente se han puesto a hablar de Bilbao, el metro y toda la zona norte.
La cena ha comenzado hablando de sus profesiones, Fernando le ha contado que era economista y ella ha sentido que era perfecto para ella porque era un desastre y nunca conseguía llegar a fin de mes. Ella es auxiliar de enfermería y trabaja en una residencia. A Lula le encanta viajar, la naturaleza y su sueño es recorrer España con una furgoneta o una camper. A Fernando también le gusta mucho viajar y le ha contado que le acababan de invitar a Chiclana.
Lula le ha dicho que no se había casado nunca “me han salido ranas” y ha entendido que su cita sí lo había estado. Fernando no se considera ni muy feo ni muy ligón, pero sí un tipo con suerte “le he caido muy bien a 20, 30 o 40 mujeres muy guapas”. La soltera le ha confesado que había sido una mujer muy guapa, pero que la gente era muy envidiosa. Ha ligado mucho, pero ahora no sale casi. Fernando le ha contado que él es más de conciertos y planes de día, algo que a Lula le parece estupendo y más sabiendo que compartían su pasión por el rock, el country y el soul.
En el reservado, ha comenzado a sonar un rock y Lula se ha lanzado a la pista de baile. Fernando se ha centrado más en la conversación, pero no ha dudado en darla su primer beso loco eso sí, en la mejilla. Los dos han tenido claro que se habían gustado, se lo habían pasado fenomenal y querían seguir conociéndose un poquito más.