Jacobo, repartidor de 44 años, de Alicante, que se definía como un “motero cien por cien” al que le gusta el deporte llegaba a ‘First Dates’ para intentar buscar a su compañera de viaje. En la cita conocía a Anahí, teleoperadora de 38 años y de Valencia, que tiene claro que no quiere que le miren, si no que “le quieran”.
“Me libero, se me van las presiones, se me va el estrés, es dónde más a gusto me siento”, confesaba este sobre lo que le produce montar en moto, aunque aseguraba que esto no le ayuda mucho con el tema del amor: “No es que ligue mucho y un motero necesita su motera que le guste acompañarle en las rutas”. Algo con lo que bromeaba Carlos Sobera: “Eso de que no liguéis los moteros es una decepción, yo que me iba a hacer motero para ver si ligaba, ya nada, no arriesgo”.
Ambos se conocían y la primera impresión de Anahí era algo que conquistaba a Jacobo: “Tiene potencia”. Al que la distancia no le importaba: “En moto estoy allí en hora y media”. Pero ella no pensaba para nada lo mismo: “No me ha gustado nada, cero. Le veo y me echa para atrás, así de claro”.
Anahí afirmaba que las motos siempre le han dado respeto: “Nunca me he movido por el mundo motorista”. Pero este no perdía la fe: “Yo creo que sí se subiría conmigo”. Pero las confesiones de esta no decían lo mismo: “Yo no subo en moto, a mí no me gusta, si me gustara tendría una”.
Jacobo le contaba a su cita que no le había ido muy bien en el amor, aunque había tenido cuatro relaciones duraderas. Como también su gusto por los tatuajes, como bien podía observarse, y ella le confesaba que solo tiene uno y en un lugar escondido: “Tengo uno en el culete”. “Joe, en el culete, me gustaría vérselo”, reaccionaba este, pero ella confesaba que a ella “los tatuajes no le gustan”, aunque los respeta.
“Nunca he subido en un avión”, le decía este cuando ella le preguntaba por el tema de los viajes, algo que la dejaba completamente en ‘shock’: “¿Nunca ha subido en un avión con 44 años? Es que vamos a ver…”. Y al compartir sus aficiones, se iban dando cuenta que no tenían mucho que ver, aunque Jacobo todavía tenía expectativas: “Podemos compaginar como relación”.
Después de conocerse, ambos tenían un momento privado donde ambos podían bailar y estar más cerca. Momento en el que este le preguntaba por cómo veía la cosa entre ellos y ella respondía un “bien”, aunque cuando él no le escuchaba expresaba lo que realmente pensaba: “Antes de meterme en la cama con este me hago monja”.
La ambigüedad de Anahí dejaba un poco descolocado a Jacobo en la decisión final. Mientras él llegaba con las expectativas de que iban a tener una segunda cita, y este decía un rotundo ‘sí’ a si quería volver a verla: “Me lo he pasado muy bien y me gustaría”. Pero ella decía un rotundo ‘no’ y daba sus explicaciones, momento en el que sus caminos se separaban al salir del restaurante de ‘First Dates’.