Aunque su incompatible cita no ha sido, ni por asomo, tan incómoda como la de Mari Carmen y Ricard - su cena ha terminado cuando ella se ha marchado sin ni siquiera probar el postre - Cupido tampoco ha acertado con la elección de esta pareja. Desde que le ha visto acomodado en la barra del restaurante, a Dori le ha parecido que Ignacio era un hombre demasiado mayor para ajustarse a su estilo de vida. Muy orgullosa, ella ha explicado que está aprovechando su jubilación para viajar a escala internacional y conocer hasta el último rincón del mundo.
Ignacio, sin embargo, ha sido aventurero, pero en otro sentido. Durante toda su vida, ha solapado un negocio con otro y así, se ha dedicado a profesiones tan dispares como taxista o detective privado. Con toda la ternura del mundo, ha explicado que él, en su labor detectivesca, "arregló muchos matrimonios" en vez de quebrarlos porque, en cuanto un hombre o mujer quería saber si su pareja le era infiel, él iba a advertirle de que debía dejar esa relación extramatrimonial sino quería que le pillaran.
Para Dori, lo mejor de la vida es viajar a otros países. No sólo europeos, como le ha dicho Ignacio, sino intercontinentales. Desde el año 2005 hasta el 2019 - antes de que estallara la pandemia del covid- esta soltera ha viajado todos los años a República Dominicana y su sueño para el año que viene es "viajar a un safari de Tanzania". Al ver que su cita sólo se había movido por "Castellón y Valencia" en los últimos meses y que no tiene muy claro lo que es un hotel resort - Ignacio creía que Dori le estaba hablando de las gasolineras 'Repsol'- ella se ha dado cuenta de que nunca podrán ser pareja.
Así se lo ha dicho, con mucha educación y tacto, en la sala de la decisión final. Ignacio, que ya le había confesado a Dori durante la cena que le había "gustado mucho", sí se mostraba dispuesto a tener una segunda cita, pero ella le ha explicado que no tienen el mismo estilo de vida y que era mejor que quedasen como amigos.