Lola ha regresado a ‘First Dates’ con la esperanza de encontrar el amor de una vez. En su primera cita, se encontró con un señor muy agradable, pero que tenía más ritmo de jubilado que de otra cosa y ella sintió que no iban a ser compatibles. Carlos Sobera ha querido saber por qué la llamaban ‘La viuda negra’ y Lola le ha explicado que era viuda legalmente y que posteriormente tres de las parejas que había tenido, también habían fallecido “no es que se mueran estando conmigo, se mueren ellos solos. A mí que no me pidan daños y perjuicios”.
Ha tenido todo tipo de relaciones “los que se llevan muy bien con la ex, los que no les gustan trabajar ni poco ni nada y los tengo que mantener, los que les pillas en una mentira y desaparecen…”. Lola le suele gustar a los hombres más jóvenes que ella y está cansada de ligar, salir y coquetear, quiere una relación en la que reine la tranquilidad.
Diego, su cita, tiene claro que es “un pivón, lo mejor que hay en el mercado” y que también es un tipo “complicado”. Al verle, Lola le ha dicho a Matías que le veía un tío majo y él ha sentido lo mismo “está buena”. Se han alegrado de saber que los dos eran del sur de Madrid y la cosa ha comenzado bien “su vestido bien apretadito, para darle mandanga”.
Mientras cenaban, Diego le ha dicho a su cita que estaba muy bien y ella le ha dicho que no estaba mal “una tiene su público”. Lola le ha contado que su última relación se terminó porque su pareja se fue a vivir a otra ciudad y ella ya no está para esos cambios. Diego le ha dicho que él tenía 53 años y al saber que ella también y que cumplía los años en enero, ha querido saber su horóscopo y ha aprovechado que los dos son acuarianos para arrimarse un poquito “ven aquí, dame un abrazo”.
Lola le ha contado que su hija se acaba de independizar y que había sido ella la que le había animado a venir a ‘First Dates’. La soltera ha querido saber si a Diego le estaba gustando el tataki que se había pedido y le ha dicho que ella era mucho de salir a comer fuera “me gusta mucho comer”. Diego ha sentido que su cita era toda una leona y le ha soltado un “aquí hay tema”. El soltero le ha dicho que él también era de buen comer “ahora soy un Whopper completo” y a ella le ha parecido perfecto “un fofisano”, está cansada de los cuerpos de gimnasio.
En el reservado, los solteros han sentido las chispas que pasaban entre ellos y este que como bien ha dicho Diego, ha surgido la química. Él se ha fijado en su vestido “compacto” y ella le ha dicho que tenía buena percha “Hecha por fuera y tierna por dentro, como un buen chuletón”. Chuletón que él estaba deseando comerse con o sin plancha y que les ha llevado a comenzar su segunda cita justo nada más salir.