El lema de su vida es “sobreviviendo” y es que según nos ha contado Jesús llegó a este mundo muerto “con dos vueltas de cordón, la matrona me movió, me golpeó, pero no lloré y me dejó en los pies de la cama de mi madre y a los 15 minutos lloré yo solo”. Ha tenido muchos baches en su vida y espera tener mucho más. Busca a un hombre que sea parecido a él, que le enseñe a ser un poquito ambicioso y que converse “que en la cama todo se iguala”.
Brian, su cita, es el típico irlandés abierto y conversador, pero su corazón tiene un lado muy español. Al verlos juntos, Laura Boado ha sentido que se parecían mucho físicamente y Jesús ha visto a un tipo muy masculino y “muy guapo”. Brian le ha dicho que era extranjero y ha sentido que su cita tenía poco acento para ser de Jaén, pero a él le gusta la gente del sur. Eso sí, Jesús le ha dicho que su sobrina está estudiando filología inglesa y que le dice que es “sordo de idiomas”.
Mientras comenzaban a cenar, Brian le ha contado que estaba jubilado y que había sido peluquero cuando era joven. Estuvo viviendo en España cinco años por amor, pero luego había vuelto a Inglaterra y a Bélgica. Jesús le estaba escuchando encantado y se ha sorprendido muchísimo al saber que ahora cortaba el pelo a gente necesitada en un convento, y saber que tenía una edad que no aparenta.
Él le ha dicho que es auxiliar en una residencia de ancianos en su pueblo y que es feliz porque es su verdadera vocación. Jesús es muy de su pueblo, pero también necesita un chute de ciudad de vez en cuando. Brian le ha dicho que él antes salía muchísimo y que jamás se imaginaba estar viviendo en un pueblo, pero que ahora prefería la vida más tranquila. Momento que el soltero ha aprovechado para contarle que había caído en el mundo de las drogas y que hace dos años decidió que quería vivir “ver los colores que tiene la vida”.
En el tema sexual, Jesús le ha dicho que no le preguntar qué le gustaba más porque llevaba dos años sin tener relaciones “a mí me gusta el sexo y ya”. Brian lo ha entendido y no ha profundizado en el tema porque ya tendrían tiempo. Los dos se han sentido muy cómodos juntos, han podido hablar sin miedos y se han dicho que sí a una segunda cita. Eso sí, cuando Brian le ha dicho que le había parecido un tipo muy agradable en inglés, Jesús se ha quedado con la boca abierta.