Fran es un chico humilde, familiar y con los valores de la espiritualidad. Su vida sentimental ha sido dura. Se enamoró de la madre de su hija sabiendo que era gay, pero cuando un hombre se cruzó en su vida se dio cuenta de que quería explorar su identidad sexual. En ese momento se dejó llevar y llegó a caer en el lado oscuro “la fiesta, las drogas…”. Se ingresó en un centro y tras dos meses se dio cuenta de cuál es su camino, es psicoterapeuta espiritual, hace caminos de regresión…
Fermín, su cita, es un chico sincero, honesto, humilde, un poco maniático, pero con más virtudes que defectos y la autoestima por las nubes “te va a gustar todo de mí cuando me conozcas”, le ha soltado a Carlos Sobera. Se dedica al mundo de quiromasaje y lo compagina con las sesiones energéticas y de reiki porque tiene un sexto sentido o don que tiene para ayudar a otros.
Al verle, a Fran le ha gustado lo que ha visto y que fuera atrevido al vestir, pero Fermín ha tenido claro que en una discoteca no se fijaría en él. Los dos son de Murcia y han coincidido en que no bebían nada de alcohol, pero en poco más así para un primer contacto.
Ya en la mesa, Fermín ha querido saber a qué se dedicaba su cita y se ha sorprendido al saber que se dedicaban a algo muy similar, y le ha contado que tiene un don para sanar a las personas “yo a un niño de 21 años le vi siete intentos de suicidio, se lo vi yo, no me lo dijo nadie”. Fran le ha escuchado admirado y sin dejar de pensar dónde le había visto antes.
Sin embargo, Fermín se ha venido arriba y ha comenzado a presumir “yo trabajo con gente muy top, hace tres días tenía una historia de Barbara Rey en mi Instagram”. El soltero asegura ser amigo de Rappel, trabajar con famosos e incluso, tratar a gente de la nobleza, algo que a Fran le ha espantado bastante “no he visto nobleza, no he visto generosidad, no he visto humildad”.
Fermín le ha confesado a su cita que era muy especial con la comida y que nunca comía verdura, pero que era un día especial e iba a hacer algo especial “¿Te imaginas que me empieza a gustar la verdura a mis 30 años?”. “¿Tienes 30 años?”, ha exclamado Fran muy sorprendido. El soltero le ha dicho que no solía contarle su verdadera edad a nadie y que mucha gente se iba a sorprender al saberlo por televisión, pero que tenía 46 “Follé con una persona que tenía 36 años más de los que me dijo”.
Fran le ha dicho que él estaba a punto de cumplir 50 y su cita le ha dicho que estaba muy bien, pero eso sí, no para él “tengo claro que no me va a quitar el secador, no vamos a discutir por eso, pero no, no me ha gustado”.
Los solteros no se habían gustado ni física ni profesionalmente, pero han querido intentarlo hasta el final. En el reservado, Fermín ha tenido que puntuarse en el terreno sexual y se ha puesto un 200 “yo en todo lo que hago soy muy bueno y en la cama soy el mejor”. Fran le ha dicho que estaba poniendo el listón muy alto pero él estaba convencido “estoy muy seguro de lo que digo, sé que voy a dar la talla y sobra todavía”. Un nuevo detalle que ha hecho a Fran dudar de que fuera un hombre humilde.
En el tema del kamasutra, Fran no ha sabido qué postura decirle y Fermín se ha vuelto a venir muy arriba, parece que esta vez sin hablar en serio “¿Nunca te han colgado de una lampara? Y por un balcón al mismo tiempo, ni cosas raras en un baño público, debajo de la cama ni dentro de un frigorífico ni con la cabeza dentro de la lavadora…”.
Fran estaba flipando y Fermín ha insistido en el tema de la lavadora “con la puerta abierta, tú sabes el gustito que te da golpes por delante y por detrás”. El soltero incluso, se ha planteado la posibilidad de probarlo juntos, pero en el tema sentimental se han dicho que no a una segunda cita.