Después de estar con 3722 mujeres un soltero de ‘First Dates’ se conforma con encontrar a una que respire: “No estoy yo para pedir”

  • Carlos intenta excitar a Adelina en el reservado: “Alcachofa”

  • Adelina, al ver que su cita la llama mujerona: “¿Tan gorda me ves?”

El Fary, Carmen Sevilla, Cordón 4, Rumba Tres… Carlos ha sido batería, ha tocado con los grandes de su época y ha ligado nada más que un poquito. Asegura haber estado con 3722 mujeres, pero a sus 62 años, le ha confesado a Laura Boado en ‘First Dates’ que se conforma con una “con que respire, me sobra, ni facha ni tengo nada para ser selectivo”. Eso sí, le gustaría enamorarse de su sonrisa.

A Adelina, su cita, le gusta provocar y que los hombres se giren cuando la ven por la calle. Liga mucho, pero suele tener relaciones largas que terminan saliendo mal y que la fastidian la vida un poco. Al verla, Carlos ha sentido que era una mujer que estaba muy bien y ella no se ha podido fijar mucho en él porque no terminaba de entenderle.

Carlos le ha dicho que él había estado en Barcelona con el grupo Los Manolos, pero ella no le entendía “igual no los conoce porque es joven o porque está un poco sorda, igual que yo estoy de los ojos”.

Adelina no conseguía pillar el humor de su cita y le ha soltado un “¿Tan gorda me ves?” cuando ella le ha llamado “mujerona” por tercera vez. Él intentaba ser gracioso, pero al mismo tiempo le estaba soltando alguna que otra grosería del tipo “ha visto lo que digo para verte las tetas” o “que grosería comerse una almeja, eso de chupar y chupar…”.

Al saber que había sido músico, Adelina ha sentido que su cita habría sido un poco golfo y él le ha dicho que él golfo no era y le ha mentido sin piedad al decirle que él nunca había sido infiel. Ha descubierto que su cita era una mujer muy apasionada, pero se ha mostrado comedido y le ha dicho que “era muy difícil encontrar a alguien que supiera hacer las cosas bien”.

Carlos intenta excitar a su cita en el reservado: “Te voy a comer todo lo negro”

En el reservado, les ha tocado contarse qué palabra les podía excitar y Adelina se lo ha pensado mucho. Carlos estaba ansioso porque respondiera y ha llegado a ser ordinario. Primero le ha soltado un “alcachofa”, luego un “cariño comete todo lo mío” e incluso, “te voy a comer todo lo negro”, mientras que ella esperaba algo más cariñoso.

La cita ha sido divertida, graciosa, pero Adelina no ha sentido nada como para querer conocer al batería más en profundidad.