Ni Miley Cyrus ni Helena Bonham Carter, Rafael siente que su cita de ‘First Dates’ le habla en chino

  • Raquel y Rafael creen que pueden quedar otro día como amigos y pasarlo “chachi”

  • A Rafael no le gusta el peinado de su cita y le extraña: “No haberla visto por el barrio”

Raquel se ha presentado como “una andaluza de pura cepa, canto, bailo, me gusta el cachondeito”. No sabe por qué no gusta porque ella se ve estupenda. Busca a un chico complaciente, detallista, gracioso, buenas personas, bonachones…

Rafael, su cita, es un tipo muy alegre, bromista y muy simpático. Al conocer a Raquel se ha hecho el silencio, pero rápidamente han reaccionado y han descubierto que los dos eran de Málaga y que tenían 29 años. A él le ha parecido mona, pero su peinado no le ha gustado mucho. A ella, él tampoco le ha terminado de encajar.

Antes de que Raquel comprobara que le gustaba el “tatakia” que se había pedido, le ha contado a Rafael que trabajaba en un restaurante haciendo pedidos al mismo tiempo que estaba acabando un máster de psicología aplicada. Rafael no ha estudiado y sueña no montar su propio restaurante, pero lo ve muy complicado.

A él le ha extrañado mucho que Raquel viviera en el barrio de al lado suyo y que no la conociera de nada. Le ha dicho que su peinado le recordaba a una cantante, pero cuando ella ha dicho Miley Cyrus él se ha quedado igual. Le parece una chica muy mona, pero a él no le atrae.

Hablando de música, Raquel le ha dicho que le encantaba bailar los ritmos latinos y Rafael le ha dicho que él es más de barra. Ella le ha contado que también cantaba y que le encantaba ser actriz “me dicen que me parezco a Helena Bonham Carter, ¿Qué te parece?”. Rafael se ha quedado igual, no sabía quién era la tal Helena ni mencionándole a Harry Potter.

La soltera se ha quedado un poco fría y más al saber que su cita no leía nada de nada, pero ella se las ha dado de viajera y se ha sorprendido al saber a cuántos lugares había ido Rafael.

Raquel se ha interesado por la vida sentimental de su cita y Rafael le ha contado que había tenido dos relaciones, la primera con una chica a la que conocía desde los cuatro años y la última que terminó hace unos meses cuando ella se fue a estudiar fuera. La soltera ha sentido que su cita seguía sintiendo mucho por su ex y que, si la tuviera cerca de nuevo, volvería con ella.

En el momento de la decisión final, Raquel le ha dicho que no había notado conexión de pareja, pero que vivían muy cerca y que si quería pasarlo pipa podían llamarla y tener un encuentro “chachi”. Él le ha dicho que le había pasado lo mismo, pero que un cafelito o unas copitas cuando quisiera.