A Víctor le cuesta muchísimo enamorarse y siente que eso le frena en el éxito de sus relaciones. Nunca se ha casado, pero sí ha tenido dos relaciones de dos años cada una. Eso sí, tiene éxito con las mujeres, pero para cosas cortitas, no lleva ni a la convivencia. No tiene un prototipo, pero le suelen gustar más las morenas con curvas.
Lisa, su cita, vive sola en Madrid y le gustaría sentir el amor cálido de familia. Ha entrado con mucha ganas y aunque no le gustan los rubios, a Víctor le ha visto muy nórdico y le ha gustado. A él le ha sorprendido que fuera de Maracaibo (Venezuela) y ha sentido que era una chica muy bonita y con curvas.
Víctor ha querido saber a qué se dedicaba Lisa y ella le ha contado que era periodista y actriz, pero que ahora estaba haciendo experiencias para turistas. Él la ha sorprendido porque es artista plástico visual y se dedica al dibujo y la pintura. En el deporte, hace skate y ella ha sentido que tenía un rollito muy moderno a sus 42 años. Ella parece mucho más joven de lo que es, y le ha dicho que era porque era muy sana.
El soltero le ha confesado que es fumador de habito y eso le ha parecido “muy mal”. En el amor, él le ha contado que no había tenido relaciones de convivencia y que actualmente vivía con sus padres, algo que a ella le ha parecido fatal porque si iba a visitarle a Barcelona se iba a tener que pagar un hotel. En el tema de los hijos, él le ha dicho que no lo descartaba, pero que no le había surgido ni era su prioridad. Eso sí, a ella le ha gustado saber que si a Víctor le quedaran solo 24 horas de vida, las pasaría con ella.
El soltero ha titubeado cuando Lisa le ha preguntado si quería una relación estable y ella ha tenido claro que no quería nada “está divagando, te veo… hoy te llamo, mañana ghosting, luego te llamo…”. Él le ha dicho que no solía hacer ghosting, pero si lo tenía que hacer lo hacía.
Al ver que él no tenía intención de pagar, Lisa ha sacado sus 20€ y le ha dicho “tranquilo, yo pago, los catalanes no invitan”. Él se ha dicho que podía poner 30€ para no quedar mal, pero ha preferido que cada uno se pagara lo suyo y luego ya se vería. En el momento de la decisión final, él ha dicho que sí quería repetir, pero ella ha sentido que estaban en momentos diferentes y que él no quería la estabilidad que ella estaba buscando.