Eugenio, listo para darlo todo en ‘First Dates’: “No tengo pelo, he venido preparado porque no sabemos dónde vamos a terminar”

  • Eugenio no ve en Manuela a la mujer loca que necesita y viceversa: “Yo soy mucho más libre que él”

  • Eugenio y los idiomas en ‘First Dates’: “Igual que de inglés no tengo ni idea, el sexo no se me da mal, lo hablo”

  • Ver ‘First Dates’ (26/06/23), online y completo en Cuatro

Manuela se ha presentado en ‘First Dates’ como una mujer que aborrece a las personas que no se comen la vida porque aunque cree en vidas futuras y pasadas, siente que hay que aprovechar. Cuando Carlos Sobera le ha preguntado cómo se definía, ella le ha dicho que no era un persona típica y que vivía la vida con mucha libertad “soy una maestra atípica”. No tiene miedo a nada y le gusta no saber qué va a ser de su vida el día de mañana. Define su matrimonio como algo “muy largo, me aburrí, me cansé de que no hubiera chispa”. Lleva tres años soltera porque es muy exigente “pido alegría e inteligencia”.

Eugenio, su cita, también se define como un alma libre que hace lo que le da la gana y al que le gustan las locuras buenas. Al verles, juntos, Carlos Sobera ha sentido que venía conjuntados y él ha tenido una sensación muy buena, nunca ha estado con una mujer pelirroja y le ha encantado su mirada.

A ella le ha encantado que Eugenio fuera de Cádiz porque ella tiene allí una casa y quiere acabar allí sus días. Los dos se han gustado mucho y Manuela se ha llevado una alegría al saber que a Eugenio le apasionaba su trabajo y que estaba todo el tiempo viajando de un lado a otro.

El soltero ha querido saber si Manuela era arriesgada y alocada, y ella le ha dicho que igual que él era un alma libre “Manuela, vuela”. Incluso, ella ha sentido que él era más libre que él, pero Eugenio no la ha creído. Su voz pausada y su forma de expresarse, han hecho que el soltero pensara que no iba a ser la mujer alocada y arriesgada que él buscaba.

En el tema sexual, Eugenio ha presumido de estar en plena forma a sus 58 años “Igual que de inglés no tengo ni idea, el sexo no se me da mal, lo hablo” y los dos han tenido claro que no es cierto eso de que donde hay pelo hay alegría “No tengo pelo, he venido preparado porque no sabemos dónde vamos a terminar”. Ella le ha confesado que en el tema sexual todavía le quedaba mucho por experimentar.

Los dos se han sentido muy cómodos y han disfrutado de una cena muy agradable, pero no han sentido la chispita del amor para querer repetir.