De joven, Agustín era más bien tímido, pero ahora se ha vuelto un poquito “sin vergüenza”. Ha saludado a Matías y le ha dicho que ya había viajado 6 veces a Argentina porque le gustan mucho las argentinas. Lleva tres años viudo tras 61 años con su pareja y lo ha pasado mal porque justo murió cuando empezó el covid. Ahora ha revivido, pero sigue rezando por las noches y pensando en ella.
Carmen, su cita, hace las cosas de su casa arregladita y por las tardes se retoca un poquito más. Ha rezado a la virgen para conocer a Carlos Sobera y nos ha contado que no pudo estudiar, que comenzó a trabajar muy pronto y que después se casó con su marido. A Agustín le ha parecido una mujer muy arregladita y ella le ha visto un señor muy limpito. Él ha sentido que igual era mayor para ella, pero a Carmen no le ha importado “mi marido me sacaba 5 y era muy torero”.
La cena de Agustín y Carmen ha comenzado hablando de sus relaciones pasadas, los dos son viudos. Ella se quedó viuda hace 14 años, pero se ha sentido muy arropada con sus hijos, amigas y nietos, y no ha vuelto a tener una relación. Se ha sorprendido al saber que Agustín había estado toda una vida con su mujer y que se arrepentía de no haber aprendido a cocinar un poquito. A ella le gusta mucho la cocina y no parece que le importara poner un plato más para él.
Carmen ha viajado mucho con el Imserso, pero cuando Agustín la ha invitado a ir con él a Argentina le ha entrado el miedo porque le acaba de conocer y eso estaba muy lejos. Carmen ha trabajado en la limpieza de un colegio durante 30 años, lleva una vida muy sencilla y a Agustín le ha encantado porque tenía la estética de su mujer. La ha hablado mucho de su esposa, pero ella ha sentido que a su lado se olvidaría de ella.