Stefano se ha presentado en ‘First Dates’ como una persona muy inteligente y con muchos argumentos. A Carlos Sobera le ha sorprendido su estilazo, pero él nunca ha vivido en Milán, pero sí lleva 4 años viviendo en Barcelona. Necesita encontrar a un chico que le de morbo al verle, que se abierto y que tenga un trabajo que le guste. No descarta tener una relación abierta “he cambiado la mentalidad al llegar a España”.
Daniel, su cita, nos ha contado que no entiende por qué no liga, pero que sus amigos le dicen que es muy serio y que parece inalcanzable. Los solteros se han saludado de manera muy fría, pero al verle, Stefano ha sentido un “es él”. A Daniel no le ha pasado lo mismo “no me ha gustado mucho, soy peluquero y estaría más favorecido con otro color más natural”.
Han comenzado la cita hablando de sus profesiones y Stefano como jefe de tienda de una marca de moda italiana, ha sentido que Daniel era un tipo con estilo “te fijas en él cuando lo ves”.
Respecto al amor, Daniel le ha contado que estaba buscando el amor propio antes que nada y que quizás tenía un poquito de coraza de tipo duro y chulo para que no le hicieran daño. Stefano ha querido saber su opinión sobre las relaciones abierta y él le ha dicho que no lo ve mal para un primer momento, pero que si la cosa va bien él prefiere la estabilidad de una pareja cerrada.
Su cita le ha dicho que él eso ya lo había vivido y que apostaba más por una pareja cerrada y en un futuro, buscar a un tercero. Algo que Daniel no ha visto muy posible según su forma de ver la pareja.
Stefano le ha confesado a su cita que era un friki del fútbol y que le gustaba salir con sus amigos a ver los partidos. También le ha confesado que estaba cómodo con él, pero que al verle entrar había dicho “¡Puf! la creída de Barcelona”. Daniel lo ha entendido y le ha dicho que le solía pasar pero “soy simpática y resultona”. Stefano estaba encantado con su cita, pero por primera vez estaba muy despistado en el tema sexual y no sabía que le podía gustar.
En un intento de saber más, le ha contado que la noche anterior estaba nervioso y que se había comido una bolsa de chuchería “el plátano me encanta”. Metidos en el juego, Stefano le ha dicho que era un buen amante y ha querido saber cómo era Dani, pero él le ha soltado un “no lo sé, yo virgen hasta el matrimonio” y se ha encontrado con un “para mí es un no” y muchas risas.
Los dos se han gustado, han disfrutado de un rato muy divertido y han tenido claro que se quería seguir conociendo un poquito mejor incluso, han bromeado con la posibilidad de irse al baño.