Nacho se considera un eterno romántico, pero sus experiencias en el amor le han demostrado que igual no está hecho para una relación estable. Según le ha explicado a Carlos Sobera, se dedica al mundo del marketing digital y practica voguing “como el vogue de Madonna”. Le gustan los chicos que puedan abrazar su lado femenino y masculino, y que no les importe lo que pueden pensar los demás.
A Andrés, su cita, el gustan los chicos guapos. Al verle, a Nacho le ha entrado la risa floja porque era su prototipo ideal y ha querido saber de dónde era. A Andrés, Nacho también le ha parecido genial “tiene linda cara, lindos brazos y espero que sea pollón”. Matías y Carlos Sobera le han visto como una buena pareja y les han invitado a conocerse mejor en la mesa.
A los solteros les ha gustado mucho que los dos fueran latinos porque tiene la sensación de que tiene algo que no tienen los europeos y “los latinos lo hacemos mejor, es una realidad”. Nacho le ha contado que le gustaba salir a bailar, pero que no había salido mucho porque su compañero era heterosexual y todavía estaba cogiendo el punto “es un buen aliado”.
Andrés está feliz de estar en Barcelona y siente que hay gente muy implicada con el tema del colectivo. Le gusta ser muy respetuoso con el tema de los pronombres, pero le ha confesado a Nacho que, aunque algunos días se siente más femenino, se suele identificar con el pronombre masculino.
A Andrés le ha gustado saber que a Nacho le gustaba comer y cocinar porque para él la vida es “follar, comer, cagar y morir”. Respecto a la comida picante, Andrés le ha soltado un “rulo, pica en la boca y pica en el culo”, para demostrarle que no le gustaba demasiado. Eso sí, le ha desorientado un poco que Nacho no supiera qué era una croqueta porque “la gente a la que no le gustan las croquetas no es de fiar”.
En el tema sexual parece que los dos son un poco de vínculos sin dependencia afectiva y en el tema del humor también han congeniado.
En el reservado, Andrés ha formulado una pregunta trampa a su cita y ha querido saber qué pensaba de Rosalía. Al escuchar a Nacho un “la amo”, el soltero ha respirado tranquilo y ha querido saber qué pensaba de otros grupos que le gustaban a él como Pimpinela, Rocío Dúrcal o Isabel Pantoja. Los dos estaban sintiendo que el otro podría ser la persona ideal y no se han resistido a besarse.