Lola ha llegado a ‘First Dates’ con bastante frío porque es de Murcia y no está muy acostumbrada. Se ha presentado como una mujer con pinta de “libertaría rebelde, pero le gustan las cosas estructuradas y no salir de su zona de confort”. Estudio psicología y ahora ha está preparándose unas oposiciones “me estoy comiendo los mocos, pero todo llegará”.
Ha tenido cuatro relaciones serias a sus 27 años, pero no ha conseguido que nadie la despertara la suficiente curiosidad. Las chicas que le suelen gustar o despertar mucha curiosidad han resultado ser heterosexuales. Le gustaría formar una familia, pero por el momento con aprobar la oposición se conforma.
Ángela, su cita, asegura que su filosofía de vida es que nunca tienes que conformarte y que siempre hay que buscar algo mejor. Le gustaría tener tiempo para hacer todo lo que quiere, conocer muchas personas… “aprovechar el tiempo”. Al verla, Lola ha sentido que era una chica “normal, atractiva”, pero le ha confesado que se le iba a salir el corazón por la boca, pero que pronto se soltaría “soy de Murcia, soy de verborrea fácil”.
Al saber que Ángela tenía 30 años, Lola ha sentido envidia porque seguro que era una mujer ya con su trabajo y su vida organizada, pero ella le ha contado que no lo había pasado bien. Tras atravesar una baja por ansiedad, había dejado la programación y estaba haciendo funciones de documentación médica. Lola lo ha valorado muchísimo y ella le ha explicado que no hay que conformarse y que siempre hay que estar dispuesto a cambiar y mejorar.
Lola ha querido transmitirle a Ángela cuál es su situación de opositora y contarle lo mal que ve que se hable mucho de la salud mental y no se pongan los medios para que todo el mundo pueda tener un terapeuta si lo necesita. Ángela ha estado de acuerdo en sus argumentos, pero ha sentido que era una mujer muy insegura para sus gustos, ella busca a alguien más echado para delante.
Respecto a lo que están buscando en una relación, Lola le ha contado a Ángela que quería estabilidad y ella le ha dicho que todo lo contrario de hecho, ya estaba conociendo a una persona y quería ser una persona libre. A Lola le ha parecido fantástico porque a ella le gustaría tener esa seguridad emocional, pero cree que, de momento, no está preparada.
En el momento de la decisión final, Lola le ha confesado que le había encantado la cita y que la había visto como “un referente de vida”, pero ambos han estado de acuerdo en que están en momento vitales diferentes y que no iba a funcionar.